El secretario general de la organización educativa Escuelas Católicas, José María Alvira, muestra su preocupación por la imposición ideológica que subyace en las leyes autonómicas de protección contra la discriminación por diversidad sexual y de género, y su aplicación en los centros educativos.
“Una cosa es el respeto máximo a las personas y por supuesto, la no discriminación, y otra la imposición ideológica”, afirma Alvira a Religión Confidencial.
El secretario general de Escuelas Católicas subraya que sobre este asunto, su organización está en permanente contacto con la Conferencia Episcopal para determinar cuál debe ser la forma de proceder. «Desde nuestros centros defenderemos la antropología cristiana a la vez que mostraremos un profundo respecto a todas las personas. Nuestros centros protegerán los proyectos de educación afectivo-sexual conforme a los principios católicos”, señala a este Confidencial.
En esta línea, la posición de Escuelas Católicas «es de valentía para defender sus propuestas, pero a la vez prudencia y respeto», apunta Alvira.
“No será fácil el pacto educativo”
Respecto al pacto educativo, Escuelas Católicas viene pidiendo este gran acuerdo desde hace años. “Es imprescindible, pero este pacto tiene que contar con todas las organizaciones civiles que formamos parte del mundo educativo. Por lo tanto, no solo debe incluir las propuestas de los partidos políticos sino también, las de las organizaciones de padres y educativas”, declara Alvira a este Confidencial.
El secretario general de Escuelas Católicas, ha desvelado a RC que el ministro de Educación Íñigo Méndez Vigo, también les había convocado para hablar sobre este futuro pacto educativo, al igual que está haciendo con otros sectores. Méndez Vigo se ha reunido con la Conferencia Episcopal para debatir sobre el mismo.
“Nuestras peticiones pasan porque se contemple la libertad de enseñanza, que los conciertos educativos sean mejorados para hacer real esa libertad de enseñanza, autonomía de los centros y libertad de los padres para elegir la educación conforme a sus creencias, y en este punto, entra el derecho a la asignatura de religión”, subraya Alvira.
El secretario general de Escuelas Católicas recuerda que la realidad de este país, que es aconfesional, es que “el 60% de los padres eligen esta asignatura para sus hijos. La asignatura de Religión, que no es catequesis ni adoctrinamiento, ha demostrado que forma parte del estatuto académico, puesto que el hecho religioso entra dentro de la cultura y de la educación integral de los alumnos. No se trata de imponer nada, sino de contemplar una materia que forma parte de la cultura”.
En su opinión, el pacto educativo es un deseo de todos “pero no va a ser fácil. El punto de partida debe ser el artículo 27 de la Constitución en el que se reconoce la libertad de enseñanza y el derecho de los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
Escuelas Católicas representa a 2.048 centros educativos, a los que pertenecen 1.207.527 alumnos y 100.400 trabajadores, de los que 84.252 son docentes. A su vez, supone el 14,9% del total del sistema educativo y el 59% de la privada concertada, lo que la convierte en la organización más representativa de este sector.