«Educación para la Ciudadanía no es una genialidad de los socialistas, ya se impartía en Europa.» «A veces no preocupa cómo se da Religión, y se puede hacer de forma liberadora u opresora» ·
María del Carmen Díaz Sánchez tiene en sus manos nada menos que la educación de cerca de 1.200 alumnos de Santiago. La directora titular del colegio Compañía de María es religiosa, aunque no viste hábito desde hace años y asegura que fue “liberador”. Tiene las ideas claras y su compromiso es que los niños y adolescentes que pasan por el centro se formen para que sean personas con cabezas bien hechas, más que bien llenas, que piensen por sí mismas y sean comprometidas y humanistas. Su mentalidad abierta la lleva a estar atenta a los cambios que se producen, ya sean culturales, sociales o históricos, para adaptarlos a la filosofía educativa de una institución que puede presumir de que por sus aulas han pasado varias generaciones de una misma familia, desde bisabuelas hasta biznietos. Y es que pronto La Enseñanza, como se conoce el colegio en Santiago, cumplirá 250 años.
_ La polémica sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía ha vuelto a saltar con el fallo del Tribunal Supremo en el que rechaza la objeción de conciencia. ¿Hay padres objetores en este colegio? ¿Cuál es la postura del centro en este tema?
_ En este colegio sólo objetó una familia, los padres de dos alumnas. Sin embargo, no hubo ninguna clase de problema ya que las dos niñas continuaron yendo a esta clase normalmente. En cuanto a nuestra postura, lo primero que quiero subrayar es que no estamos en esa lucha contra la asignatura en absoluto. Es más, los contenidos en general ya los estábamos dando en nuestra enseñanza, aunque fuera de una manera más transversal y no tan estructurada.
_ Entonces, ¿por qué cree que ha levantado tantas ampollas?
_ Creo que es más una cuestión de política que otra cosa porque es una asignatura que se está impartiendo en Europa desde hace muchos años. Desde luego no es una genialidad de los socialistas… Además, nosotros trabajamos con el libro de la editorial Santillana y conocemos mucho a su autora, Carmen Pellicer, que además de pedagoga es teóloga y cristiana. Estudiando la asignatura al detalle no hay nada que nos parezca ni peligroso ni que pueda romper la armonía familiar. Creo que se han exagerado las cosas porque puede haber cierto temor a cómo se aborda el concepto de familia o que se hable de los homosexuales pero es algo que no hay por qué ocultar porque a los niños hay que educarlos para tratarse con respeto.
_ Sin embargo, hay un sector que opina que se puede manipular a los niños con esta asignatura?
_ En cualquier asignatura se puede manipular a un niño. Hay preocupación con Educación para la Ciudadanía, pero no en cómo se da la Historia o la Filosofía en determinado centro o por un profesor en particular. Incluso la Religión se puede impartir desde una perspectiva muy liberadora, pero también opresora.
_ Otra de las polémicas más recientes se centra en la retirada de los crucifijos de las aulas. ¿Qué opina?
_ Para empezar somos un colegio confesional, por lo que no nos pueden obligar a retirar ningún crucifijo. Comprendo que estamos en una sociedad laica, secularizada, donde pueden salir posturas en contra. De todos modos, soy de la creencia de todo lo que se hace por la fuerza nunca es positivo. Además, hasta los partidos políticos tienen símbolos… ¿Qué pasa con las aulas donde cada vez hay más inmigrantes? Pues habría que empezar a plantearse el respeto hacia otras religiones, darles a todas la misma oportunidad. De todos modos, si un colegio público deciden quitar crucifijos o imágenes, es una opción que se debe respetar.
_ También ha surgido el tema de los centros donde sólo estudian niñas o niños. ¿Qué opinión tiene sobre la distinción de sexos en las aulas?
_ Soy una gran defensora de las mujeres, pero no creo que debamos separarnos. En mi primera etapa educativa daba clases sólo a niñas y cuando el colegio se hizo mixto se enriquecieron las aulas. En la Compañía de María siempre estamos atentos a los cambios en los tiempos, por lo que el momento en que empezó la Democracia en España, nuestros colegios comenzaron paulatinamente a ser mixtos. Hoy no concebimos ya otra opción.
_ En la Compañía de María, los alumnos llevan uniforme. ¿Cree que es positivo para los niños?
_ En este centro lo llevan los escolares hasta sexto de Primaria, ya en la ESO no lo llevan. No me gusta uniformar a la gente. Precisamente, para mí fue una liberación quitarme el hábito, pero en este colegio es ya una tradición y quitarlo sería traumático. Lo que sí percibo es que cada vez hay más madres que presionan para que los estudiantes de la ESO también lleven uniforme.
_ La Compañía de María en Santiago cumple este año nada menos que 250 años desde su apertura, lo que implica mucha historia detrás y también una larga lista de mujeres, en primer lugar, y después hombres al hacerse mixto, que han pasado por sus aulas. ¿Hay algún ex alumno ilustre a destacar?
_ No me gusta decir nombres para no dejarme ninguno fuera. Pero subrayaría que hay muchos que no sólo han destacado en sus carreras profesionales sino también en su vida y en su compromiso con la sociedad.
_ ¿Podría resumir la filosofía de este colegio con tanta tradición?
_ Nuestro fin es educar a la persona desde una perspectiva humanista. Nos interesa formar personas con cabezas bien hechas más que bien llenas.
