Es tradición que el alcalde de Madrid acuda al descenso del cuadro de la que está considerada “patrona popular” de la ciudad
El 15 de agosto Madrid celebra la festividad de la Virgen de la Paloma. Se trata de una de las advocaciones de María más populares entre los madrileños y, por ello, es tradición que el alcalde de la ciudad acuda a la misa solemne.
En los últimos años, por ejemplo, tanto Alberto Ruiz-Gallardón como Ana Botella asistieron a la misa mayor en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Paloma. Lo hicieron como alcaldesa y acompañados de otros concejales de la corporación municipal.
Cientos de madrileños suelen acudir a la Parroquia de la Virgen de la Paloma y San Pedro el Real, donde un piquete del cuerpo de Bomberos de Madrid lleva a cabo el tradicional descenso del cuadro de la Virgen para iniciar la veneración popular y la procesión posterior. La importancia del acto hace que sea nutrida la presencia de autoridades.
La alcaldesa no estará en Madrid ese día
Sin embargo, este año habrá una ausencia destacada: la de la alcaldesa de Madrid. Religión Confidencial ha podido saber que Manuela Carmena no asistirá a las celebraciones de la Virgen de la Paloma porque se encontrará ese día fuera de Madrid.
Fuentes cercanas a la nueva alcaldesa de la capital explican que el 15 de agosto Carmena estará de vacaciones, fuera de Madrid, esa semana, y que por ello no estará presente en su primera fiesta de La Paloma como primera edil del ayuntamiento.
Por su parte, desde la parroquia explican que, en reuniones recientes que han tenido con el ayuntamiento para preparar detalles del dispositivo de seguridad y del corte de calles para la procesión, se les aseguró que si no acudía la alcaldesa, al menos algún otro concejal o representante del gobierno municipal estaría presente en la fiesta de la “patrona popular” de Madrid.
Además, en esa reunión se trató el tema de la organización de la procesión: desde la parroquia de la Virgen de la Paloma consiguieron el compromiso de que, para evitar aglomeraciones que ha habido en años anteriores, se vallará la salida del templo para que la procesión transcurra más fácilmente y los vecinos de Madrid que acudan a verla no dificulten el trayecto.