El portavoz de la Iglesia española, Gil Tamayo, tilda de «imposición radical e inquisitorial a toda la ciudadanía» la propuesta de Ley LGBTI de Unidos Podemos
Los obispos sí dan su «apoyo total» a las reivindicaciones de igualdad el 8M y reclaman al Gobierno «un régimen de pensiones realista y justo»
«No es posible un self-service antropológico». Los obispos piensan que la futura ley de transexualidad, que incluye la propuesta de inscripción por género, «desdibuja la ecología humana fundamental» al crear «una pluralidad hecha de diseño», que perturba la vida social».
Así de contundente se ha mostrado el portavoz de la Conferencia Episcopal (CEE), José María Gil Tamayo, al término de una rueda de prensa. En la misma, ha vuelto a criticar la proposición de ley de igualdad LGBTI, lanzada por Unidos Podemos y que, en opinión de los obispos, «supone una imposición radical a toda la ciudadanía».
«Esta proposición contiene elementos anticonstitucionales clarísimos», ha señalado el portavoz, quien advirtió que se trata de «imponer de manera dictatorial o inquisitorial» la igualdad, en «un ataque claro y manifiesto a la libertad de expresión y educativa».
Para el secretario general de la CEE, la propuesta «incluye unos principios impositivos que penalizan la discrepancia, so capa de proteger a un colectivo que merece la pena proteger, pero no a costa de la limitación de los derechos de los demás».
En cambio, los obispos sí mostraron su «apoyo total a la reivindicación de la igualdad de la mujer«. De cara al paro del 8M, la Iglesia mostró su apoyo «especialmente en lo tocante al atropello de la dignidad de la mujer», y reclamó a los partidos «que apliquen eficazmente el pacto contra la violencia de la mujer» que, como resaltó Gil Tamayo, es el único al que han llegado todas las fuerzas políticas en esta complicada legislatura.
Sobre las movilizaciones de los pensionistas, el portavoz ha denunciado que «en nuestra sociedad, las grandes víctimas son los ancianos y los jóvenes«, y abogó por «un régimen de pensiones realista y justo. No podemos hipotecar el futuro a costa de los trabajadores».
«Es preciso asegurar a nuestros mayores, que han sido el gran colchón de las familias en la crisis, un sistema de pensiones digno y estable«, añadió el secretario general. Finalmente, y cuestionado sobre la participación de miembros de la sociedad secreta El Yunque en las distintas asociaciones familiares católicas, Gil Tamayo ha afirmado que «las asociaciones secretas están prohibidas por la Constitución. No tiene ninguna cabida asociaciones así, que vayan por esta línea (….) cualquier colaboración estará en la concordancia de los fines y los medios lícitos para conseguir esos fines».