Critican las «propuestas políticas desintegradoras» y piden civismo ante los recortes
"Ninguno de los pueblos o regiones que forman parte del Estado español podría entenderse, tal y como es hoy, si no hubiera formado parte de la larga historia de unidad cultural y política de esa antigua nación que es España", reza la declaración final de la reunión anual de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, presentada esta mañana. Los obispos arremeten así contra lo que consideran “propuestas políticas encaminadas a la desintegración unilateral de España”, en referencia a proyectos como la intención del Gobierno catalán de celebrar una consulta independentista, y recuerdan otro documento redactado en 2006, Orientaciones morales sobre la situación actual de España, en el que, “reconociendo la legitimidad de las posturas nacionalistas verdaderamente cuidadosas del bien común, se hacía una llamada a la responsabilidad respecto del bien común de toda España que hoy es necesario recordar”.
Además, en el documento, los obispos muestran su "honda preocupación" por quienes más sufren las consecuencias de la crisis económica -"las familias, en especial, las numerosas, los jóvenes, los pequeños y medianos empresarios, los agricultores y ganaderos, las gentes del mar, los trabajadores y los inmigrantes, entre otros"- y piden al Gobierno que los recortes no recaigan sobre los más débiles, "con especial atención a los inmigrantes, arbitrando más bien las medidas necesarias para que reciban las ayudas sociales oportunas".
No obstante, ante esta situación, aunque comprenden que se generen en muchas personas "malestar y desencanto”, los obispos llaman al civismo y la solidaridad para que este sentimiento sea un “reclamo a la búsqueda sincera del bien común”, y no una “excusa” para promocionar intereses particulares.
"Ninguno de los pueblos o regiones que forman parte del Estado español podría entenderse, tal y como es hoy, si no hubiera formado parte de la larga historia de unidad cultural y política de esa antigua nación que es España", reza la declaración final de la reunión anual de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, presentada esta mañana. Los obispos arremeten así contra lo que consideran “propuestas políticas encaminadas a la desintegración unilateral de España”, en referencia a la intención del Gobierno catalán de celebrar una consulta independentista, y recuerdan otro documento redactado en 2006, Orientaciones morales sobre la situación actual de España, en el que, “reconociendola legitimidad de las posturas nacionalistas verdaderamente cuidadosas del bien común, se hacía una llamada a la responsabilidad respecto del bien común de toda España que hoy es necesario recordar”.
Además, en el documento, los obispos muestran su "honda preocupación" por quienes más sufren las consecuencias de la crisis económica -"las familias, en especial, las numerosas, los jóvenes, los pequeños y medianos empresarios, los agricultores y ganaderos, las gentes del mar, los trabajadores y los inmigrantes, entre otros"- y piden al Gobierno que los recortes no recaigan sobre los más débiles, "con especial atención a los inmigrantes, arbitrando más bien las medidas necesarias para que reciban las ayudas sociales oportunas".
No obstante, ante esta situación, aunque comprenden que las políticas de recortes generen en muchas personas "malestar y desencanto”, los obispos llaman al civismo y la solidaridad para que este sentimiento sea un “reclamo a la búsqueda sincera del bien común”, y no una “excusa” para promocionar intereses particulares.