El Gobierno de Afganistán ha decidido que los niños afganos estudien sus primeros tres años de primaria en las mezquitas del país para recibir una «poderosa identidad islámica» en una decisión sin precedentes que ha desatado la polémica en ciertos sectores del país.
El plan del Ministerio de Educación consiste en que los estudiantes del primer al tercer grado de Primaria desarrollen sus estudios en la mezquita más cercana, según el comunicado oficial publicado este sábado por la noche.
Después de completar su tercer año en una mezquita, los estudiantes continuarían su educación en escuelas normales no religiosas, según la nota, que resalta el objetivo de otorgar al Islam un papel más prominente en la educación.
El anuncio ya ha provocado críticas generalizadas, ya que muchos creen que la medida alentaría aun más el extremismo en el país. El destacado escritor afgano Yaqub Yasna ha hecho saber, a través de un mensaje en su cuenta de Facebook, que las mezquitas del país no son un entorno de enseñanza adecuado y que enviar a los niños allí sería un mal uso de la educación y la religión.
También un conocido periodista afgano, Mujtar Wafayi, ha avisado que esta medida supone un paso más hacia una «talibanización» de la sociedad, en referencia a la insurgencia extremista que se opone al Gobierno afgano.
Si bien las escuelas normales funcionaban durante el régimen talibán en la década de 1990, las madrasas o escuelas religiosas eran comunes en ese momento. Incluso ahora, los talibán piden a los estudiantes de las zonas bajo su control que asistan regularmente a escuelas religiosas, además de la educación secular habitual.
Afganistán tiene uno de los peores registros de niños no escolarizados del mundo. Según un informe de Naciones Unidas, se estima que 3,7 millones de niños no pueden asistir a la escuela debido a la guerra, la pobreza y las barreras culturales, el 60% de los cuales son niñas.