No hay contacto entre Educación y las asociaciones para buscar profesores
COMENTARIO: Todas las religiones quieren disfrutar del privilegio de los católicos y que toda la ciudadanía pague su adoctrinamiento religioso.
La Ley Orgánica de Libertad Religiosa (1980) contempla que quien así lo solicite pueda recibir clases de educación religiosa islámica, así como de evangélica, católica… Eso dice la ley, pero en la realidad y en el caso concreto de Balears, los padres musulmanes ya están resignados a que sus hijos no puedan estudiar islam en los colegios públicos.
En Balears viven aproximadamente entre 30.000 y 35.000 personas que profesan este religión, pero el año pasado la conselleria de Educación sólo recibió 35 peticiones, que no pudieron ser atendidas. Este curso ya no lo ha pedido nadie.
El Sureda i Blanes y el de Porreres fueron los dos institutos que registraron esas solicitudes. La Conselleria no les contestó.
¿Qué falla? Educación señala que es la Comisión Islámica la que debe contactar con la Administración y proponerle una lista de profesores, igual que hace el Bisbat con los docentes de religión católica. El problema está en que no hay absolutamente ningún contacto entre la Conselleria y ninguna de las dos principales asociaciones islámicas de Balears (la Federación Islámica y la Plataforma Islámica).
Falta de información
El presidente de esta última, Francisco Javier Jiménez, asume que la responsabilidad es compartida entre las dos partes y planea solicitar una cita con el conseller, Tomeu Llinàs, para tratar este tema. Critica además una falta de información a los padres, que en muchos casos ni siquiera saben que tienen derecho a que sus hijos estudien islam en los colegios.
Jiménez asegura que hay gente preparada para dar esta materia, aunque quizás no cumplan todos los requisitos exigidos para trabajar en el sistema público. En el caso de encontrar un profesor apto pero sin el nivel de catalán requerido, desde Educación aseguran que primaría el derecho a la formación de los niños. "Que den una prórroga: estamos dejando a muchos críos sin formación religiosa", solicita Jiménez.
Según el ministerio de Educación, en 2007 había 33 profesores de islam en España, un país en el que hay más de un millón y medio de personas musulmanas.
"No tienen en cuenta las necesidades del mundo musulmán"
Jaume Ramón tiene 54 años. Y desde hace veinte profesa la fe musulmana. Tiene siete hijos: la pequeña tiene nueve años de edad; el mayor, 24. No lo consiguió con el primogénito y no espera conseguirlo con la pequeña: Jaume ve muy lejano el día en que los niños puedan estudiar islam en los colegios públicos, tal y como marca la Ley de Libertad Religiosa. Explica que sus hijos aprenden sobre el Corán en la Mezquita.
Hace unos tres años marcó la casilla de Islam en la hoja de matrícula. En el centro al que acuden sus hijos, el Sureda i Blanes, ya le dijeron que no había recursos para poder implantar la materia.
"Nos ignoran", cuenta resignado, "la Administración no pone medios; no tiene en cuenta las necesidades del mundo musulmán". Jaume habla primero de la enseñanza del islam en las escuelas – "sí que hay profesores preparados" apunta– pero también toca temas como el caso del cementerio para celebrar entierros por el rito musulmán.
Hablando sobre qué hacen las instituciones para integrar a esta comunidad y garantizarle sus derechos, Jaume entiende que se están dando "los primeros pasos" pero que va muy lento. "En Bélgica es normal ver a musulmanes trabajando en la Administración; aquí todavía está todo muy verde".
Jaume Ramón ve muy lejano el día en que el islam llegue a los colegios. Foto: B. Ramón
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