En una misiva, la congregación religiosa apunta a “graves fallos humanos” del mexicano
Los Legionarios de Cristo piden perdón y buscan distanciarse de los escándalos de su fundador, el mexicano Marcial Maciel, de acuerdo a una carta dirigida a sus fieles por dos responsables de la orden en Estados Unidos. Según se ha sabido recientemente, Maciel abusó de varios menores de edad y era adicto al demerol, un narcótico analgésico perteneciente al grupo de los opioides sintéticos.
"No podemos negar que el padre Maciel fue nuestro fundador e hizo mucho bien, pero tampoco la realidad de lo que ha salido recientemente a la luz y sus graves fallos humanos", apunta la misiva de los directores territoriales de la orden en Atlanta y Nueva York.
Debido a las "recientes circunstancias, ha habido algunos de nuestros miembros que han sentido que pueden servir mejor a Dios separándose de la Legión; otros han optado por hacerse a un lado temporalmente y evaluarlo", explican los dos responsables.
Retirado de la vida pública
Así pues, miembros de la congregación religiosa han comenzado a contactar "personalmente y en privado" con aquellos que han podido "sufrir más" por las acciones atribuidas a Maciel, ofreciendo "sentidas disculpas y consuelo".
Maciel, que murió el año pasado, fue obligado por el Vaticano a retirarse de la vida pública ante las acusaciones de abuso sexual presentadas en su contra. Se ha sabido además que el religioso tuvo una hija –hecho reconocido los Legionarios- .