Convocan una manifestación en contra de la visita de Benedicto XVI / La marcha tendrá lugar el 17 de agosto, un día antes de la llegada del Pontífice a la capital
COMENTARIO: Curiosa la forma de los ultracatólicos conservadores de expresar que una parte de la ciudadanía quiere expresar su malestar porque Ratzinger haga su visita con el dinero del Estado. Su titular ya expresa violencia. Cuando ellos se manifiestan contra leyes aprobadas por el Congreso e insultan no hay violencia, es la doble moral a la que ya estamos acostumbrados en estos piadosos católicos.
Quedan diez días para que el Papa llegue a Madrid y los «indignados» ya están preparados para recibirle. El 17 de agosto, justo un día antes de que aterrice Benedicto XVI en nuestro país, el movimiento 15-M ha organizado una manifestación a las siete y media de la tarde.
Esta decisión la tomaron en la asamblea que celebraron la noche del viernes después de «reconquistar» la Puerta del Sol tras una larga manifestación por las calles del centro de Madrid sin que la Policía les pusiera obstáculo alguno.
Según la página web donde publican las actas de estas reuniones, varios «indignados» propusieron llevar a cabo otras acciones ofensivas durante la visita del Pontífice a la capital, aunque todavía tienen que ser aprobadas. Manifestarse disfrazados de bebés para protestar contra la pederastia dentro de la Iglesia, ocupar los colegios públicos cedidos a la JMJ para albergar a peregrinos de todo el mundo, reivindicar los derechos del colectivo gay besándose cuando el Papa pase por su lado, o boicotear las empresas patrocinadoras de las jornadas, son las propuestas que hay encima de la mesa del 15-M y que seguramente intentarán realizar durante la estancia del Pontífice en la capital.
Aunque en su web aseguran que estas manifestaciones no son por la visita de Benedicto XVI en sí, «sino por la financiación pública» del viaje, los «indignados» vuelven a demostrar que la tolerancia y el respeto que promulgan sólo los aplican a los que piensan como ellos a pesar de que, cuando comenzó el 15-M, aseguraban que todas las creencias e ideales tenían cabida en el movimiento. En las últimas marchas de los «indignados» han abundado las pancartas en contra de la Iglesia, y los gritos que se oponen a la celebración de la JMJ. Consignas como «cuidado con las carteras, que viene el Papa», cada vez son más repetidos por los manifestantes.
La próxima visita del Papa a Madrid se ha convertido en los últimos días en uno de los principales objetivos de las protestas de los «indignados»
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