«Los escándalos de ámbito sexual no han sido ajenos a la realidad de estos 13 años de Zornoza en Cádiz»

¿Puede decir el obispo Zornoza cuántos sacerdotes ha perdido la Diócesis en estos 13 años?»

En muchas ocasiones pienso ¿Quién me meterá en este jardín? Pero cuando uno es una persona de fe, no puede callar ante la injusticia, la mentira, la prepotencia, el abuso de poder, la opresión, la altanería, la mentira… pienso en Jesús y me pregunto ¿qué haría El en mi lugar? Denunciarlo. Y claro, toda la vida intentando ser apóstol en mi diócesis me hierve la sangre.

Ustedes saben que la historia del mundo se organiza entre un antes de y un después de. Siempre, algunos personajes importantes han marcado el ritmo y el rumbo de la historia. Nunca la historia ha dado tantos “personajillos” que hayan intentado ser el centro y el epicentro de todo, salvo este siglo XX y siglo XXI. Y aquí, en la ciudad trimilenaria de Cádiz hemos tenido uno de ellos, venido de los madriles, monseñor Zornoza Boy, que con sus “grandezas y aventuras evangelizadoras”, ha pretendido ser más grande que Lucio Cornelio Balbo el Menor, Lucio Junio Moderato Columela, José Celestino Mutis, Manuel de Falla, Antonio Alcalá Galiano, Cayetano del Toro, José María Pemán, Mercedes Fórmica-Corsi, Pilar Paz Pasamar, Federico Rubio y Galí, Antonio Machado Núñez, Rafael Alberti Merello, José Pedro Pérez-Llorca, Paco de Lucía, José Manuel Caballero Bonald y sin olvidar a Paco Alba, Manolo Santander, Juan Carlos Aragón, Emilio Castelar, Fermin Salvoechea, Rosario Cepeda, Antonio Gulabert Vargas, Micaela de Castro, Fernando Quiñones, Andrés de Pes Marzaraga, Padre Yanssen, Gitanilla del Carmelo, Gertrudis Hore, José Matía Calvo, Marqués de Ureña, Fernando Molina Amezcua… Vayamos por partes…

Apareció por estas tierras allá por el 2011, para sustituir al recordado Antonio Ceballos. Con su primera homilía tocó la sensibilidad de los gaditanos al recordarles que como buen relicario tenían en su tierra a la Virgen del Rosario. Y a partir de ahí, como si de un rodillo se tratase, como si el mismísimo Atila, rey de los Hunos, hubiera resurgido, empezó a recorrer la Diócesis, dejando su huella y su impronta por donde pasaba. 

Primero fue la Delegación de Juventud, aquella que organizó el Viacrucis Diocesano, las jornadas de la JMJ, la visita de la cruz y el icono de los jóvenes por toda la geografía diocesana, y un largo etc., en manos de dos sacerdotes jóvenes, Andrés Drouet y Pedro Rodríguez, actualmente uno en Ecuador y el otro en la Diócesis de Sevilla.

Poco durarían sus miembros, a los que fue deshojando, como si de una margarita se tratase, para poner a sus “predilectas”, una fraternidad laica, traídas en sus brazos desde Getafe, que se hicieron pronto con la Delegación de Juventud, los cantos en las celebraciones diocesanas y catedralicias, los grupos de jóvenes a los que llamaron Quercus, y se ubicaron en la ciudad de Chiclana, en la Iglesia principal para desde ahí extender sus ideas y estilos evangelizadores. Ellas son las que hacen y deshacen todo lo que él indica en torno a excursiones, peregrinaciones, siempre a la Santina, a la tumba de Rafael Arnaiz, a Zaragoza, y Lourdes, pasando por Alicante donde está monseñor Munilla. En tik tok se pueden ver algunos de dichos encuentros.

De su Diócesis de origen empezó a traer los catering para los eventos diocesanos, abalorios para repartir en las celebraciones navideñas, calendarios de Adviento, y un sin fin de cosas, como si un Rey Mago se tratase. De allí también trajo a unos de los Directores Espirituales del Seminario, al responsable de la Escuela de Teología, y a los que se hicieron cargo de los colegios, la Fundación Educatio Servanda, a los que ofreció un patrimonio inmenso en bienes inmuebles, y dinero contante y sonante. Ahora parece que les exige que le devuelvan con rapidez lo que les ha prestado.

Se fue literalmente cargando los pocos equipos de economía que había en las parroquias, los consejos pastorales parroquiales, y el consejo pastoral diocesano, insistiendo a los nuevos párrocos que si alguien les llevaba la contraria, pues se quitaban y punto, porque al fin y al cabo ellos no lo habían elegido. También hizo una “limpia” en el consejo diocesano de economía quitando de en medio a todos los que disentían de las formas.

Con los curas jóvenes organizaba “fiestuquis” en casa de unos y otros, a los que llamaba y pedía que convocara allí a los compañeros. Allí sacaban temas de conversación sobre determinados sacerdotes a los que iban poniendo de grana y oro, con sus defectos físicos y pastorales, entre otros. A los que faltaban los llamaba por teléfono y les reñía, siendo también escarnio de sus diálogos tan constructivos. Nadie quedaba a salvo de sus críticas como si se tratase de rememorar el martirio de San Bartolomé, quien como recordarán murió despellejado a cuchillo, patrono de nuestro seminario.

No dejó títere con cabeza en la delegación de Juventud y por ende en la de pastoral vocacional y en la de Misiones, aunque en esta esperó a la muerte de su delegado, Juan Piña; en el Seminario se hizo presente casi inmediatamente, trayendo Directores espirituales de fuera de la Diócesis, aunque algunos le han salido por la tangente. Incluso se atrevió a poner como formador a su propio secretario, hoy un maduro ermitaño en el camino de Santiago. A todos los que ha ido trayendo les ha ofrecido prebendas generosas a nivel económico.

Cuando Él mismo dice que “se ha volcado en la evangelización”, es un intento de obviar y desviar la atención, sobre todo lo que ha hecho en el ámbito relacional y en el económico, pues olvida interesadamente que también forman parte de la pastoral, y no pueden desligarse de ella. 

En el ámbito relacional, su trato con los sacerdotes ha sido nefasto. Ya cuando llegó fueron advertidos, por sacerdotes que lo habían sufrido, que tuvieran cuidado con él, que los iba a dividir, y que a los que se enfrentaran o fuesen obstáculo para sus proyectos, los quitaría de en medio, incluso les haría la vida imposible. Y así ha sido. ¿Puede decir el obispo cuántos sacerdotes ha perdido la Diócesis en estos 13 años?

No nos referimos a los que han muerto, por cierto de algunos no recordaba ni sus nombres, ni ha tenido tiempo para ir a sus entierros; nos referimos a los que se han marchado de la Diócesis, al menos son una docena; a los que se ha invitado a secularizarse, al menos media docena; y a los que ha suspendido en el ejercicio de su ministerio, abusando de la norma y de su autoridad, al menos hay dos que llevan más de cuatro años en esta situación, obviamente con el silencio cómplice de todos los demás, y el postureo de los mismos. ¡Donde estará la valentía de los seguidores de Jesús al que dicen proclamar! 

Se podría hablar de la cantidad de sacerdotes de Polonia, Nicaragua, Venezuela, Corea, Colombia, Cataluña y África que han ido pasando por la Diócesis. Son pocos los que han cuajado. Una gran mayoría se ha ido marchando por donde han venido. Incluso ha habido al menos dos sacerdotes, que ni siquiera lo eran, ejerciendo como tales en diversas parroquias, sin ningún control. No hay que dejar de señalar los desmanes económicos de algunos de ellos. Y las formas de otros en sus actuaciones sin enraizar con el pueblo al que “deben servir”.

Los escándalos de ámbito sexual no han sido ajenos a la realidad de estos 13 años. Algunos, descaradamente se han tapado y escondidos, restándoles importancia. Como consecuencia de ello, matrimonios nulos, separados; traslado de aquí para allá después de un tiempo de silencio; defensa a ultranza de algunos, los de su círculo cercano; carga contra otros hasta echarlos de la Diócesis… La realidad es que en torno a él hay un lobby muy fuerte, que lo protege y defiende, igual que hace él con ellos.

En el ámbito de la evangelización quedó prendado del que luego fue su Vicario de Pastoral, un tal Campos, por los grupos o cenáculos que tenía en su Parroquia. A éste le encomendó la Escuela de Evangelizadores. A ella han asistido un grupo cada vez menor en cantidad, desligados muchos de ellos de las parroquias, o incluso los que en las parroquias no están en nada, pero critican todo. Ha recorrido la geografía del país como magnífico ponente y defensor de las maravillas de la Nueva Evangelización, término acuñado en el pontificado de Papa Juan Pablo II.

Pero la realidad en la Diócesis, a pesar de las maravillas que él habla, es bien distinta. Cenas Alpha para adultos, a mesa y mantel, y merendolas Alpha para chavales, realidades que apenas sobreviven; el centro de estos era la Parroquia de San José Artesano en San Fernando. Grupos Quercus de jóvenes, cuyo centro es la Delegación de Juventud y extienden su labor desde la Parroquia de San Juan Bautista de Chiclana. Simpatiza algo con los neocatecumenales, pero sólo los usa para lo que le conviene: ayuda económica, Seminario Diocesano Redemptoris Mater y celebraciones del Triduo Pascual en la Catedral. 

Ahora está de moda el Camino de Emaús, frente a los Cursillos de Cristiandad, que está recogiendo a gente que está cansada de su labor pastoral en catequesis u otras realidades. Todos pescan en pecera ajena, ninguno va a los alejados de la Iglesia, sino más bien a los cansados y agotados de la misma. Y los grupos “Epheta”, que son el camino de Emaús para jóvenes, que comenzaron en la Parroquia de San Severiano de Cádiz pero que en la actualidad se han desplazado a la ciudad de San Fernando.

Dicen que ha creado la Pastoral del Mar, que es mentira porque no se acercan en nada a las familias de la mar ni a los propios pescadores, y de eso yo sé un rato, y además que la ha puesto en manos de su ecónomo diocesano en la sombra, P. Antonio Diufaín, que de la mar sabe lo que le contaron de chiquillo. Y otros grupos de corte muy tradicional de rezo del Rosario, lucha contra el aborto y otros, bajo cobijo de su Vicario General, en la Parroquia de San Antonio de Cádiz, pero vamos, que sin ninguna significación a nivel diocesano. Apenas llegan a 5 las parroquias en las que hay alguna de estas realidades, en grupos muy minoritarios.

No hemos podido escuchar ninguna palabra sobre la realidad de los trabajadores y las crisis económicas. Sobre la migración y las muertes en nuestras costas. Ni de la realidad de la pobreza en nuestra Diócesis. Ha tenido “la suerte” de que han fallecido sacerdotes emblemáticos, a los que fue acallando poco a poco y reduciendo su espacio de actuación. (Entre otros los recordados Gabriel Delgado, Miguel Mougan, Andrés Avelino, Juan Piña, Paco Rubiales, Antonio Troya…) Perdonen pero me repateó el estómago cuando hizo un saque de honor, con el Cádiz CF, en nombre de mi querido y añorado Gabriel Delgado a quien no le llega Zornoza ni a la sombra de lo que fue su zancajo.

Si miramos la realidad de la catequesis en la Diócesis, colocó como Delegado al Director de unos de los colegios de la Fundación Educatio Servanda. Desde entonces nada se escucha del trabajo de los catequistas. Y ha implantado una Fundación “Educatio Servanda” de corte muy tradicional y sesgada, en el ámbito de la educación, absorbiendo todos los colegios religiosos, ante la marcha de las comunidades religiosas (Puerto Real, Cádiz, La Línea…) 

En el mundo de la pastoral del mayor ha ido apagando poco a poco el trabajo del movimiento “Vida ascendente” para dejar paso a una pastoral del mayor impulsada por la que fue la directora de Cáritas Diocesana, años atrás cesada.

En el mundo de las hermandades y Cofradías también ha hecho su acto de presencia. La formación, siempre necesaria ha sido “impuesta” por toda la geografía diocesana para mejorar económicamente de alguna manera el servicio de la Escuela Diocesana de Teología, donde también, de camino, ha hecho su purga. Ni le ha importado ni le importan las cofradías y lo que podría hacerse con ellas para enriquecer la Diócesis, entre otras cosas como palanca de esa ayuda social tan importante. No ha valorado el trabajo de muchas de ellas en la atención a los niños, a los desprotegidos, a los que sufren la guerra, a los sin techo, pero si ha insistido en la colaboración económica de todas en el fondo de solidaridad.

En todos los ámbitos ha ido metiendo ese sesgo tradicional y estilo que a él lo caracteriza. Usa términos muy modernos en su hablar, incluso suele decir alguna frase de algún libro que esté leyendo, pero la teología y la eclesiología que transmite dista mucho de la sinodalidad que ahora se invita a tener en la iglesia universal. Dudo claramente de su formación para ser obispo y su lenguaje no está cerca del pueblo.

Y por último, para no cansar, acaba de nombrar de nuevo al que fue su Vicario de Pastoral, que “se marchó” unos años, y ahora vuelve, antes de terminar su etapa, Vicario de Evangelización. 

Como se podrá ver entrando en la página del Obispado el croquis y el esquema de la estructura diocesana es casi perfecto, salvo el portal de transparencia que siempre lleva unos años de retraso en los datos económicos, pero no deja de ser un castillo de naipes que tendrá tiempo el nuevo obispo de ver caer en toda su estructura, cuando resople un poco. Como diríamos en el argot popular, “pura fachada”. Si rascas un poco, solo verás la podredumbre. 

Así que por mucho que se empeñen los artículos, y algunos de sus lameculos, en limpiar su imagen, la realidad es otra; olvida que hoy por hoy no hay miedo para decir lo que se piensa cuando es injusto, y somos conscientes que él maneja los hilos para comprar o frenar artículos y opiniones en los medios a su antojo, con el objetivo de limpiar su imagen. Ojalá el Papa Francisco designe pronto al nuevo obispo que venga a devolver la ilusión a una iglesia diocesana que anda por un desierto desde hace trece años.