El Partido Comunista de la República Checa (KSCM) denunció en un comunicado que el primer ministro Petr Fiala ha firmado un tratado con el Vaticano que permitiría dejar en la impunidad los delitos sexuales cometidos por la Iglesia. Según apuntan los comunistas, el documento, firmado el 24 de octubre en Praga, ampliaría el llamado ‘secreto de confesión’, usado a menudo por los sacerdotes en casos relacionados con delitos sexuales en el seno de la Iglesia.
De adoptarse dicho tratado, las víctimas de violencia sexual por parte de sacerdotes quedarían prácticamente sin protección, ya que la Iglesia se ocuparía de estos casos a nivel interno. De hecho, la ampliación del ‘secreto de confesión’ protegerá no sólo a los sacerdotes, sino también a todos los trabajadores de las parroquias, ampliando el nido de impunidad ya existente.
Los comunistas checos advierten, además, que el tratado permitirá que la Iglesia católica administre sus asuntos según sus propias normas eclesiásticas, aplicadas al ámbito de la educación la sanidad y la asistencia social y caritativa. Un hecho especialmente grave en un país predominantemente ateo. El KSCM señala que existe una gran preocupación en lo que tiene que ver con la atención de la salud, concretamente la cuestión del aborto.
La organización apunta que se trata de un tratado que brinda mayores privilegios e impunidad para la Iglesia católica. ‘Su adopción alterará la construcción constitucional del Estado laico y elevará a una iglesia por encima de las demás’, afirman en el comunicado.
En República Checa, en el marco de la restitución eclesiástica, se devolvieron a las iglesias bienes por valor de decenas de miles de millones de coronas y cada año el Estado paga a las iglesias miles de millones de coronas.
El tratado con el Vaticano debe ser aprobado por el Parlamento de la República Checa y ratificado por el presidente.