Un año más, miles de bailenenses acompañaron en romería a la patrona de Bailén, la virgen de Zocueca, desde la Iglesia de la Encarnación hasta su aldea de Zocueca, a orillas del río Rumblar. En la madrugada, aún con la noche cerrada, salía la imagen portada por sus costaleros desde el templo de la Encarnación, en Bailén, después de que los fieles que poblaban el templo entonaran el himno dedicado a la patrona. Mas tarde, la imagen abandonó la ciudad, tras pasar por la parroquia del Salvador, para dirigirse a la antigua N-IV, camino a la aldea de Zocueca, rodeada de miles de devotos, caballos y carrozas, representantes municipales y cofradía.
A la altura del Ventorrillo, otra aldea del camino, como es costumbre el alcalde de Guarromán, Alberto Rubio, entregó el bastón de mando al alcalde de Bailén, Luis Mariano Camacho, como señal de hermandad entre los municipios, ya que la aldea de Zocueca, aunque geográficamente está mas cerca de Bailén, pertenece administrativamente a la localidad de Guarromán.
Una vez en la aldea, tras la celebración de la Eucaristía la imagen procesionó por las calles del núcleo urbano en medio de cánticos y vítores. El calor no deslució este año la celebración, que para muchos se iniciaba con actividades litúrgicas en los días previos, y para otros, especialmente los más jóvenes, comenzaba con la acampada en las inmediaciones del santuario el fin de semana.
Tradición
Un año mas se cumple la tradición que rememora, según las crónicas, aquella intervención mariana a favor de los hortelanos del Arroyo de San Vicente, librándolos de una epidemia que afectó la comarca allá por el siglo XIX.