La Justicia pedirá la extradición del religioso preso en Chile que forzó a una quincena de niños en Madrid, Álava y Vizcaya. La orden de San Viator lo expulsará si es declarado culpable
El escándalo mundial por la pederastia en el clero ya salpica a España. Tras los escándalos en EEUU, Irlanda, Austria, Holanda, Suiza y Alemania donde incluso se ha implicado al Papa, en Italia y España, los países católicos por antonomasia, empiezan a aflorar los primeros casos.
El más reciente tiene como protagonista a José Ángel Arregi, religioso de San Viator detenido en Chile desde agosto de 2009. Inicialmente, el clérigo fue acusado de tenencia de pornografía infantil. Ahora, se han añadido tocamientos, masturbaciones, agresiones físicas y penetraciones con objetos contra al menos una quincena de chicos de entre 12 y 14 años en los colegios que tiene la congregación en Madrid, Vitoria y Basauri (Vizcaya).
La Justicia española está concluyendo una investigación y es probable que el 24 de marzo, cuando se prevé celebrar la vista contra Arregi en Santiago de Chile, se pida su extradición a España.
Cámaras en las duchas
El religioso que trabajó como profesor de Religión, Lengua y Educación Física en distintos centros de la orden colocó cámaras en tres de las duchas del colegio que San Viator tiene en Basauri, en el gimnasio del centro de Vitoria y en el aula de informática del colegio de la plaza Elíptica de Madrid.
La congregación del acusado muestra su "consternación" por el escándalo
Las imágenes fueron descubiertas por la policía chilena en una carpeta de su ordenador. Por el acento de los alumnos, de inmediato determinaron que las víctimas eran españolas. Según fuentes cercanas a la investigación, el religioso confesó la autoría de las grabaciones, con la excusa de que formaban parte de su tesis doctoral, titulada El crecimiento físico en la adolescencia y su influencia en la flexibilidad y su medición.
En esta ocasión, y a diferencia de la norma general en este tipo de abusos en España, los clérigos de San Viator han colaborado desde el primer momento con la Guardia Civil, al tiempo que han informado a las asociaciones de padres y al consejo escolar. Según ha podido saber Público, las autoridades españolas ya han localizado a una decena de posibles víctimas, aunque todavía no se han presentado denuncias.
En un comunicado público, los religiosos se muestran "consternados" ante "una falta de moralidad tan grave" para la que no cabe más que la "rotunda condena sin el más mínimo paliativo".
Expulsión de la orden
"Cualquier delito contra la libertad sexual supone una grave alteración del orden moral y un repugnante atentado contra la dignidad humana, y lo es aún más en los casos en los que afecta a menores", sostienen los religiosos. Además de colaborar con las autoridades policiales y judiciales, la orden está informando a padres y profesores, y ha abierto un expediente informativo contra el sacerdote. "Si se llegara a verificar la comisión de algún hecho delictivo, conllevaría la solicitud de expulsión del mencionado religioso", concluyen.
"Sería bueno que las víctimas hablaran", pide un padre
En el colegio de Madrid, las reacciones de los padres oscilan entre el enfado y la prudencia. "Parece ser que los casos fueron hace tiempo, y que la congregación está colaborando, pero es lógico que estemos preocupados", afirmó un matrimonio, que lleva a sus hijos al centro desde 2008. "Nunca hemos tenido ningún problema, estamos contentos con el colegio, pero necesitamos que todo se aclare, y rápidamente", subrayó otra madre.
Otro padre, miembro del AMPA del centro, afirmaba que el centro les informó "hace unos meses de la detención de este individuo". "Ni antes ni después hemos recibido ninguna denuncia en este sentido, pero sería bueno que las víctimas hablaran, aunque ya no sean alumnos", pedía.