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Lo que esconde la cultura de la paz · por Lisa Peña

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Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:

El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.

Por octava vez, el ayuntamiento de Barcelona busca acabar con los prejuicios y estereotipos que son fuente de discriminación y promover la cultura de la paz con “La noche de las religiones”, que se celebrará el 21 y 22 de octubre. La iniciativa tiene el patrocinio de Fundación la Caixa y cuenta con la colaboración de AUDIR (Asociación de Amigos de la UNESCO para el Diálogo Interreligioso e Interconviccional). El programa, dividido en grandes grupos religiosos, propone conferencias, conciertos y cultos en los locales de reunión junto a rutas antropológicas.

En España disfrutamos de libertad religiosa desde 1978 y cualquier culto puede inscribirse como tal sin prácticamente ninguna condición, como un intento de reparación de las prohibiciones de la dictadura franquista sin ninguna prevención. El artículo 515 del código penal, nunca aplicado, señala las asociaciones ilícitas que usan medios violentos de una manera muy somera, pero la “persuasión coercitiva” no está penada en España, aunque existe una propuesta de ley, redactada por los padres de Patricia Aguilar y otra víctima de un grupo terapéutico, que ha recogido más de 250.000 firmas y ya está a la espera de ser entregada al nuevo gobierno cuando esté formado. Al leer el programa de las jornadas pienso en esta propuesta legislativa y en cuántos de estos grupos sobrevivirían si se aplicara su ley. Con el panfleto lleno de religiones, todas puestas al mismo nivel con lo que ellas quieren que sea su faceta visible, pareciera que todas sus prácticas ideológicas son tolerables y podemos aceptarlas si las contextualizamos en su sistema de pensamiento. Ojalá esta apertura sirviera para poner en cuestión temas como la censura por motivos religiosos, el delito de escarnio o el blanqueamiento del abuso patriarcal, justificado en muchos casos desde una óptica totalmente racista, al negar algunas de las libertades que disfrutamos a las mujeres que sentimos ajenas a nosotras, aún siendo nuestras vecinas. Estaré atenta a la charla de Ateos de Cataluña, programada en estas jornadas, esperando alegrarme en su uso de esta oportunidad.

Este significado de cultura de la paz esconde inacción, permiso y un silencio en el que pierden las partes dominadas dentro de estos contextos, especialmente mujeres y niñas, por interés político. La promoción de esta paz lleva a hacernos cómplices por omisión. Como ejemplo, relato algunos datos sobre las religiones que participan en las jornadas y que deberían hacernos pensar sobre la compatibilidad de estos grupos con los supuestos valores feministas de esta sociedad.

El cristianismo es una religión fundada en comunidades por el apóstol Pedro, que, siguiendo las enseñanzas de Jesús, dio mandatos de comportamiento a los primeros cristianos. En la organización tanto eclesial como familiar, la mujer debe obediencia al hombre y está obligada a guardar silencio. El catolicismo, hasta hace poco su rama más poderosa y tras siglos de hegemonía, teocracias, amistades con regímenes totalitarios y encubrimiento de abusos, está en decadencia numérica.

El cristianismo evangélico crece y ya supera al catolicismo en lugares como América Central. Este crecimiento se debió en un principio a las misiones estadounidenses que después dieron pie a congregaciones autóctonas. Muchas iglesias pentecostales tienen una estructura empresarial que ha hecho ricos a sus fundadores; uno de los últimos y más conocidos casos es el de la iglesia de Hillsong y su ya ex pastor millonario Brian Houston, que fue acusado de abuso a dos mujeres y de encubrimiento a su padre de abuso a niños. Se controla la sexualidad y, especialmente en las iglesias más pequeñas, se siguen usando técnicas de conversión para modificar las preferencias sexuales.

La cienciología es una autodenominada iglesia que, mediante su estatus de organización religiosa, evita impuestos en varios países del mundo, ganando millones. Está envuelta en procesos judiciales desde los inicios de su expansión, con delitos relacionados con el fraude. En Francia está condenada por estafa en banda organizada. Alcanzar el conocimiento de sus verdaderas creencias es sólo es posible tras haber llegado a la suficiente manipulación como para pagar sumas de dinero enormes, en concepto de libros, cursos y tests psicológicos, de ninguna validez científica, con los que se recoge información; esta iglesia amenaza a ex miembros con sacar a la luz esta información personal si osan hablar de sus métodos abusivos. Han encubierto casos de violaciones, como las llevadas a cabo por Danny Masterson.

El islam, con objetivos tradicionalmente expansionistas, es la religión que más rápido crece en el mundo. Las mujeres llevan el peso del cuidado de sus preceptos y pueden ser castigadas físicamente con suavidad según su libro fundacional, el Corán, aunque los gobiernos de los estados islámicos se rigen por la sharía, que impone castigos a las desobedientes, que van desde lapidación a amputaciones.

La familia del fundador de la Federación de Familias para la Paz y la Unificación MundialSun Myung Moon, es comerciante de armas a través de su empresa Kahr Arms; Los testigos de Jehová prohíben a sus adeptos crear vínculos con personas externas a ellos y las familias llevan a cabo un repudio total del miembro que es echado o decide apartarse de la iglesia.

El debate es necesario, pero debemos cuidar la libertad de expresión también para las que viven dentro de religiones en las que se impide su educación, su autonomía y su salud. Se necesita un estado laico en el que las religiones se observen y no sean un asunto promovido desde lo público ni un coladero de ideologías que en forma de otro tipo de organización no permitirían que fueran legales.

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