La ley prevé además una sanción «agravada para una persona que obligue a una mujer a llevar un velo integral».
Llevar 'burka' en los espacios públicos en Francia supondrá una multa de 750 euros, si sale adelante el polémico proyecto de ley que el Gobierno espera presentar durante las próximas dos semanas, informaron este jueves los medios galos.
La multa se aplicaría a cualquier persona que, en la vía pública, lleve el rostro "integralmente tapado", según explicó el presidente del grupo de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) en la Asamblea Nacional, Jean-François Copé, en una entrevista concedida al diario "Le Figaro Magazine".
El texto prevé además una sanción "agravada para una persona que obligue a una mujer a llevar un velo integral", agregó el diputado.
La polémica ley podría comenzar a aplicarse el próximo otoño, si se cumple el calendario que maneja la UMP, con mayoría en la Asamblea Nacional, después de que se supere el debate parlamentario y de que se consulte a las personas concernidas, explicó Copé.
Mientras tanto, está en curso una misión parlamentaria que estudia el asunto y que debe aportar sus conclusiones a finales de enero.
La iniciativa para prohibir el uso público del "burka", prenda de origen afgano que oculta completamente a la mujer tras una ancha túnica y sólo cuenta con una pequeña abertura a la altura de los ojos, surgió la pasada primavera, cinco años después de la prohibición del velo islámico y de los signos religiosos en los centros públicos franceses.
Unos sesenta diputados de diferentes partidos solicitaron una comisión de investigación sobre la proliferación del "burka", proyecto que recibió el apoyo del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Durante un solemne discurso en el Palacio de Versalles, Sarkozy calificó esa prenda como un "signo de servidumbre", contrario a la "idea de la República francesa sobre la dignidad de la mujer" y declaró que "no es bienvenido en el territorio francés".
Tan controvertido como el debate sobre el velo islámico, la discusión sobre la conveniencia de prohibir el "burka" ha dividido, por ejemplo, al Partido Socialista (PS).
Mientras que el portavoz de la formación, Benoît Hamon, condenaba la utilización del "burka" pero aseguraba que su partido "no es favorable" a una ley que lo prohíba, pesos pesados de la familia socialista como el diputado Mauel Valls se han expresado a favor del proyecto de ley.