Leo Bassi crea una «religión» que tiene el humor, el espíritu crítico y el anticonformismo como señas de identidad
Leo Bassi ha firmado recientemente su último “ataque”, irónico cómo no, contra la irracionalidad que supone toda religión al inaugurar la iglesia patólica, que tiene por dios a un pato de goma de bañera "pequeño, no agresivo, simpático y omnipresente”, haciendo del humor, el espíritu crítico y del anticonformismo sus señas de identidad.
El pasado viernes se inauguraba su sede, ubicada en el Café Barbieri del barrio madrileño de Lavapiés, desde la que se pretende "santificar la comicidad" y reivindicar el espacio de la provocación y la risa. Un local construido con un mobiliario que procede al 80 % de las calles del barrio y reciclado para este recinto. Además, los artistas que han llevado a cabo las obras son todos ellos residentes en la zona.
La nueva “creación” del clown italiano mantienen un espíritu lúdico pero reivindica también el derecho a la burla como acto transcendental. El Patolicismo se declara hija de la Ilustración y defensora de la duda como escudo contra los oscurantismos, totalitarismos o las supersticiones. Entre sus actividades habrá bodas, conversiones o conferencias.
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