Sin ningún documento que avale su titularidad, y en muchos casos sin uso alguno, la Iglesia Católica tiene a su nombre en Arahal 27 bienes inmatricucados, que ahora, la Asociación para Recuperar el Arramblado Patrimonio Común Inmatriculado (ARAPACI), quiere que vuelvan a manos del pueblo. Al final, el pueblo es el que sostiene con sus impuestos estas posesiones, y se quiere, al menos, enmendar una situación que viene de años atrás.
En Derecho hipotecario, las inmatriculaciones hacen referencia a la primera inscripción de una finca en el Registro de la Propiedad. Pero en estos casos se trata de las fincas o edificios que la Iglesia registró como propios sin tener que demostrar los derechos de propiedad sobre esos bienes. Simplemente, dijo que eran suyos y nadie protestó.
Casi 35.000 posesiones en toda España
Es decir, que simplemente dijo que lo que registraba era suyo sin tener que aportar prueba alguna. De esta manera, entre 1998 y 2015 la Iglesia inmatriculó un “total de 34.984 fincas”. De ellas, 18.535 se refieren a templos de la Iglesia o dependencias complementarias a los mismos y 15.171 a fincas con otros destinos.
La situación es tan “extraña” que en la provincia de Huelva tiene a su nombre hasta plazas de garaje, que, por esta inmatriculación, no pagan impuestos al ser consideradas lugar de culto.
En Arahal, se da un caso parecido, como recopila La Voz de Morón. A la Diócesis de Sevilla solo le valió una simple certificación eclesiástica para poner a su nombre 22 fincas rústicas repartidas en los parajes de la Molinilla (1), Pago Redondo (5), La Rodela (5), Arenal Gordo (1), Barros (2), Las Mesas (2), Bacioaljofar (1), La Mata (1), Corchuelo (1), Peralta (2) y La Banda (1). Por el mismo método se atribuyó cinco templos (Monasterio de Nuestra Señora del Rosario, Iglesia de San Roque, Parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, Parroquia de Santa María Magdalena y la Capilla de la Veracruz).
La ayuda inestimable de Aznar para no perder el apoyo eclesial
Pero, ¿de dónde parte esto? En 1998, el gobierno de José María Aznar reformó el Reglamento Hipotecario a través de un real decreto y permitió que la Iglesia ya no necesitara demostrar la propiedad antes de registrarlos por primera vez, ni siquiera de los templos. Así, abría la barra libre a que la iglesia hiciese suyo el bien que considerase conveniente, presionado por la Conferencia Episcopal para mantener el apoyo de sus “socios”, imprescindible para que no temblase su entonces holgada mayoría para gobernar.
Ahora, ARAPACI, en una iniciativa apoyada por Ecologistas en Acción y CNT, ha presentado al Ayuntamiento de Arahal un escrito que quiere que se debata en Pleno. Se pide que el Consistorio se defina claramente sobre este asunto. Es cierto que no tiene potestad sobre una ley estatal. Pero si Arahal se pronuncia a favor claramente de que los bienes del pueblo vuelvan al pueblo, abrirá un melón que puede tener resonancia en más sitios afectados por el mismo problema.
De hecho, no se pide que se muestre a favor ni en contra, sino que haga públicas las 28 notas simples de estos bienes, lo que daría legitimidad a la propiedad.
En la misma comarca, en Marchena también hay una lista digna de mención. Curiosamente, con casi 10.000 habitantes más, Carmona tiene la mitad de bienes inmatriculados. Por el momento, no se conoce si en otros municipios hay iniciativas como la que ahora se promueve en Arahal.
Una ley franquista recuperada
El texto del escrito que aspira a ser moción lamenta que, para tener en sus manos estos bienes del pueblo, la Iglesia “resucitó el uso de dos normas franquistas e inconstitucionales, aprobadas en 1946 y 1947: los artículos 206 de la Ley Hipotecaria y 304 del Reglamento Hipotecario”.
El primero equiparaba a la Iglesia con la Administración Publica, otorgándole el privilegio de acceder al registro de la propiedad sin título. El segundo artículo equipara a los diocesanos con notarios, de forma que un obispo puede certificarse a si mismo que es el propietario de un inmueble atendiendo a lo que él diga.
A través de este procedimiento, añade la moción, se han inmatriculado, sin título de propiedad, miles de bienes en España que podrían ser públicos, incluso antes de la reforma de Aznar. Normas a todas luces inconstitucionales e incluso reprobadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
“Debe quedar claro que el posible uso litúrgico no condiciona en absoluto la propiedad. Y de otra parte, se han inmatriculado miles de bienes en manifiesto abuso de derecho y fraude de ley, al no haber sido poseídos nunca por la Iglesia católica e incluso no poder argumentar la coartada de su posible uso litúrgico, como solares, viviendas, caminos e incluso plazas públicas. La presión ciudadana y política ha desvelado numerosos escándalos provocando la aprobación de la ley 13/2015, que modifica la Ley Hipotecaria para eliminar el privilegio registral mencionado. Pero lo hace sin efectos retroactivos, con lo que se produce una amnistía registral sobre los miles de bienes inscritos por la Iglesia Católica sin presentar título de propiedad”, añade.
Sin notas simples
Curiosamente, el pasado mes de febrero, el Gobierno hizo público un listado incompleto de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica desde 1998 a 2015, porque no incluye o facilita notas simples que dé información de la amplitud del bien, ya que pueden incluir como anexos bienes de incalculable valor, como el caso de la Giralda y Patio de los naranjos que figuran como anexos de la Catedral de Sevilla.
ARAPACI ha comprobado, a través de sus trabajos en los registros y otras acciones, que muchas de estas apropiaciones indebidas “están enmascaradas como anexos, y que el listado de los bienes inmatriculados por la jerarquía de la Iglesia Católica que ha entregado el Gobierno, está incompleto, pues aún desde las fechas a las que se remite, faltan bienes inmuebles”.
Por eso, reclama que el Ayuntamiento recabe de los Registros de la Propiedad, la lista completa y sus notas simples de los bienes inmatriculados en Arahal al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria desde el año 1978 por la Iglesia católica, teniendo en cuenta que pueden haber utilizado nombres diversos de Diócesis, Congregaciones, Obispado, Cabildo o similares.
Posible apoyo mayoritario
Que el Ayuntamiento de Arahal esté gobernado por una formación de izquierdas debería garantizar tanto que la moción vaya a Pleno como que se apruebe. Además, la oposición socialista no debería plantear problemas, aunque es verdad que ni Zapatero ni Sánchez han querido molestar a la Iglesia con este asunto aunque han tenido tiempo más que de sobra para solucionar esta presunta ilegalidad. El voto negativo del PP de Arahal parece garantizado en función de la postura nacional de su partido.
Por el momento, la moción, como marca la normativa, va a pasar varios filtros. Si se le da el visto bueno, podría ir a Pleno a finales del próximo noviembre.