Las ceremonias laicas aumentaron un 15% en 2008, hasta suponer un 7% del total
El primer grupo español de servicios funerarios, Mémora, cerró 2008 con con una facturación de 150 millones de euros (+10% con respecto a 2007) y prevé aumentar sus ventas un 5% en 2009, hasta alcanzar los 157,5 millones de euros. De este modo, las funerarias resisten la crisis, adaptando su oferta a las condiciones económicas y a las necesidades de las familias.
En rueda de prensa, el director general de Mémora, Eduard Vidal, explicó que la compañía invirtió en los últimos tres ejercicios 50 millones de euros, que le permitieron abrir 30 nuevos tanatorios en España y Portugal. En el periodo 2009-2013, la inversión prevista asciende a 40 millones de euros, con la intención de desembarcar en nuevos mercados, como el francés y el italiano, y de ampliar sus instalaciones, sobre todo en la mitad norte de España.
Actualmente invierte en la construcción de seis nuevos tanatorios, y tiene prevista la apertura de otros doce en 2009, en Andalucía, La Rioja y Cataluña.
Según explicó Vidal, el 60% de los servicios contratados se realiza a través de compañías de seguros. De este modo, el cliente "ha pagado durante años el servicio funerario". Para el 40% restante, y coincidiendo con la actual coyuntura económica, Mémora ha abierto líneas de financiación, para aliviar el gasto de estas familias.
Con todo, "la gente está reduciendo su gasto un poco" con la crisis. Sobre todo, en los conceptos más tradicionales del servicio funerario (coche fúnebre, ataúd, flores, etcétera).
Por contra, ganan terreno nuevas prestaciones, que "ponen el énfasis más en el recuerdo, y menos en la pérdida". Entre ellas, Vidal destacó la realización de recordatorios acompañados de una semblanza biográfica del difunto, la ambientación musical "como expresión de lo buenos recuerdos" y la elaboración de diamantes a partir del cabello del fallecido.
El "catering" para los asistentes al velatorio, la tanatoestética y la atención psicológica son otros de los servicios que ganan peso. Además, Mémora presentó hoy una nueva posibilidad: la de facilitar a la familia un traje para el finado. Se trata de un vestido completo (traje de chaqueta de hombre y de mujer, medias o calcetines y camisa) diseñado por Antonio Miró, a un precio de 150 euros (una mortaja convencional cuesta cerca de 90 euros), que "evita a los familiares tenerse que poner a buscar un traje, entre las cosas del difunto".
CEREMONIAS
En los últimos años, las funerarias han constatado un incremento de las incineraciones, con respecto a los entierros. De hecho, estas suponen ya un 20% ó 22% del total.
Por lo que respecta al tipo de ceremonias, cobran cada vez más fuerza las laicas, que en 2008 crecieron más del 15%, hasta suponer cerca del 7% del total.
Las ceremonias católicas representan en torno al 85%, las musulmanas el 5%, las evangelistas y bautistas el 2% y, el resto, son ceremonias de otras religiones (budista, hinduista, etcétera).
RSC
Mémora utiliza féretros ecológicos, hechos con maderas certificadas y sustituyendo el barniz clásico por tintes al agua. Además, emplea urnas biodegradables y está impulsando en su flota de coches fúnebres la utilización de vehículos eléctricos e híbridos.
Entre otras acciones, también potencia la donación de córneas (a través de un convenio firmado con el Banco de Ojos para Tratamientos de la Ceguera) y puso en marcha en 2008 un máster universitario especializado en temas funerarios, con clases presenciales en España, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, a través de la Universidad de Barcelona.
En 2008, Mémora realizó cerca de 45.000 servicios funerarios y 13.000 cremaciones y prestó servicio de velatorio a más de 38.000 familias, a través de sus 130 funerarias, 115 tanatorios, 20 crematorios y 25 cementerios.