Pero el colmo es que el gobierno de Coahuila, ya tiene algunos meses sin «surtir» formas a las Oficialías del Registro Civil, de los 38 municipios.
En 2009 y 2010, en México celebramos el 150 aniversario de las Leyes de Reforma, aprobadas en 1859 y 1860, durante el gobierno liberal encabezado entre otros por Benito Juárez, con las que se separó al Estado de la Iglesia; modernizándolo con instituciones que permitieron el liberalismo, el laicismo, la tolerancia, la pluralidad y el progreso en todos los órdenes de la vida pública.
Antes de las leyes de reforma la iglesia controlaba todo, como el registro del nacimiento de las personas, sus adopciones, su matrimonio, la rectificación de sus nombres, su defunción y todos los actos del estado civil de las mismas; asimismo tenía el monopolio de los panteones; lo que le permitía impedir el entierro de quienes no fueran católicos; aclarando que todos los mexicanos lo eran, porque la religión católica era la oficial del estado.
Una de las leyes de reforma fue la del Registro Civil, con la que le dio al Estado, la función del registro de todos los actos del estado civil de las personas, desde su nacimiento hasta su muerte; la cual desempeñó directamente él celosamente con eficiencia durante la Reforma, la Revolución y posrevolución, hasta el neoliberalismo.
Los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid, para acá, desmantelaron las instituciones públicas, las empresas de participación estatal, los organismos para estatales; desaparecieron la forma ejidal de la tenencia de la tierra, y acabaron con todo lo poco bueno que había hecho la Revolución; siguiendo ese mal ejemplo los gobiernos estatales y municipales.
Los gobiernos estatales abdicaron de su deber público de tener a su cargo el Registro Civil, proporcionando oficinas y empleando servidores públicos pagados con los dineros del pueblo, para prestar esa función, sin fines de lucro alguno.
En lugar de eso el gobierno le dio a los particulares el Registro Civil, como si fueran notarias públicas; para que ellos las exploten, pagando de su peculio los locales que ocupan y los empleados que lo atienden; pero también cobrando ellos los servicios que presta al público, sin fiscalización alguna por parte del estado; quien lo único que hace es venderles las hojas o formas en las que se imprimen las copias certificadas de las actas del Registro Civil.
Pero el colmo es que el gobierno de Coahuila, ya tiene algunos meses sin “surtir” formas a las Oficialías del Registro Civil, de los 38 municipios, incluyendo los poblados ejidales en los que existen; para que vendan copias certificadas, de las actas de todos los actos del estado civil de las personas, que se necesitan; lo que está deteniendo algunas actividades necesarias y retardando la tramitación de muchos servicios urgentes.
Coahuila está sufriendo una parálisis de importantes actividades públicas, por la falta de hojas en el Registro Civil; como la imposibilidad de tramitar pasaportes, credenciales para votar, cartillas militares, credenciales del Instituto Nacional de las Personas Adultos Mayores INAPAM (antes INSEN); realizar tramites en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Catastro, Simas; promover juicios de alimentos, de divorcio y otros; cumplir requisitos escolares, de trabajo; comprobación de edad, de parentesco y de estado civil, etc., con los consiguientes daños y perjuicios a los interesados.
Y la explicación que da el gobierno del por qué no tiene formas para el Registro Civil, es de lo mas pueril que puede haber; pues dice que el proveedor que tenían les quedó mal; que vieron a otro en su lugar, y también les quedó mal.
Si sumamos todo lo que por concepto de venta de hojas al Registro Civil, ingresa al gobierno de Coahuila, vemos que está dejando de percibir muy buena cantidad de dinero que puede destinarse para obras y servicios públicos, en beneficio de los coahuilenses y de todos los que visiten el estado.
Asimismo el gobierno debe de ser considerado y ver que los y las titulares del Registro Civil, tienen gastos fijos como pago de renta de sus oficinas, sueldos, teléfono, luz, agua, etc.
Por lo que para que cierre con broche de oro el gobierno saliente debe cuanto antes resolver este problema del Registro Civil, antes de que como el escándalo de la deuda pública, de la falsificación de decretos y de periódicos oficiales del gobierno de Coahuila, y otros, salten a nivel nacional en desdoro de los coahuilenses.
