Las uniones civiles superaron a las celebradas por el rito católico en el mes de enero del año pasado y ya suponen un 20 por ciento del total
La propuesta de retirar los símbolos religiosos de los colegios públicos o la petición de que la imagen de la Virgen del Pilar deje de presidir el puesto de la Guardia Civil de la localidad de Almodóvar del Río son sólo dos ejemplos del camino de laicidad que la sociedad ha tomado en los últimos años. De este desapego a los valores religiosos es también un ejemplo la preferencia que muestran las parejas de novios a la hora de unirse en matrimonio, ya que las bodas por la Iglesia han disminuido un 16 por ciento en el último lustro y durante 2005 hubo meses, incluso, en que las celebraciones civiles superaron a las católicas.
Según los datos oficiales aportados por el Instituto de Estadística de Andalucía (IEA), en Córdoba se celebraron un total de 4.397 matrimonios durante 2005, de los que 3.475 tuvieron lugar por la Iglesia católica, sólo cuatro siguiendo el credo de otras religiones y 818 fueron civiles. Es decir, que la Iglesia católica acaparó el 80 por ciento de los enlaces, por lo que, a pesar de todo, sigue siendo la opción principal.
Se trata de una proporción apenas un cuatro por ciento inferior a la del año precedente –cuando hubo 3.644 matrimonios religiosos– pero que describe que la laicidad ha empezado a asentarse en el mundo de la pareja. Así lo explican los datos globales, que demuestran que las ceremonias religiosas han experimentado un enorme descenso en términos absolutos a lo largo del último lustro. De las 4.166 que se celebraron en el año 2000, se pasó a 3.475 en 2005, el equivalente a un 16 por ciento menos.
Al mismo tiempo, y en términos globales, las bodas civiles casi se han duplicado en la última década. De los 484 matrimonios contabilizados por el IEA en 1996 se pasó a 818 el año pasado. Menos significativa es la evolución de las uniones que se celebran por algún rito religioso distinto al católico, cuyo número se ha mantenido constante desde 1996: entre cinco y diez anuales.
La elección de darse el "sí, quiero" en una ceremonia civil es ya toda una tradición en otras regiones de España como Cataluña o las Islas Baleares, donde los enlaces laicos superan con holgura en número a los eclesiásticos. En cualquier caso, la nupcialidad en Córdoba está fuertemente marcada por el rito del sacramento católico y, en comparación con la media andaluza, Córdoba es una de las provincias donde las bodas religiosas alcanzan una tasa mayor –el 80 por ciento del total–. La media de la comunidad se sitúa en el 73,2 por ciento.
Cada semana contraen matrimonio una media de 84 parejas de cordobeses, o, lo que es lo mismo, una docena cada día. La mayoría de los enlaces tiene lugar entre los meses de abril y octubre, coincidiendo con la llegada del buen tiempo, mientras que son menos las parejas que se deciden a dar el paso durante el invierno. Así, septiembre es el mes que concentra un mayor número de celebraciones (598 en 2005), y enero se encuentra en el otro extremo (86, la mayoría civiles).
El aumento de las bodas civiles podría estar relacionado con la secularización de la sociedad y la proliferación de separaciones y segundas nupcias. No en balde, España es uno de los tres países de la Unión Europea (UE) donde más ha aumentado el número de divorcios en la última década (un 59 por ciento), sólo superado por Portugal (89 por ciento) e Italia (62 por ciento). Paradójicamente, España es también el país de la UE en el que los matrimonios duran más: una media de 13,8 años. Según un reciente informe del Instituto de Política Familiar, en 2010 habrá una ruptura por cada boda, ya que la proporción actual es de una separación por cada dos enlaces. La situación de Córdoba, sin embargo, está por debajo de esta media atendiendo a los datos del IEA: alrededor de 4.400 bodas frente a las 2.100 rupturas que se suceden cada año.