En el camino hacia el Estado laico, gestos y hechos son fundamentales.
Los gestos en política están muy bien, son fundamentales y generan un estado de opinión favorable para modificar las inercias de una forma democrática, pacífica y colaborativa, que allanen el camino para ir eliminando atavismos históricos. Pero los gestos sólo no bastan, hacen falta hechos, hay que ahondar en los problemas, hay que dar soluciones democráticas a cuestiones que históricamente han generado privilegios hacia grupos y colectivos.
En el marco de la laicidad de las instituciones, de la separación del Estado de la religión, del fomento y defensa radical de la libertad de conciencia, están muy bien los pequeños gestos que se están observando en algunos ayuntamientos. Y, estamos casi convencidos, de que van a servir para abrir el camino hacia la construcción del Estado laico, del Estado de Derecho, de una democracia más real y participativa, en donde todos los colectivos se sientan cómodos, en donde todas las convicciones sean tratadas por igual, en donde los privilegios sean desterrados. En donde, por fin, se inicie la Transición en esta materia, camino de un nuevo Régimen y forma de gobernar.
Por ello, más allá de los gestos (de lo que nos congratulamos) esperamos, una reforma de la Constitución (artículos 16 y 27); la anulación/denuncia urgente de los Acuerdos concordatarios del Estado español con la Santa Sede de 1979 y del Concordato franquista de 1953; sustituir la actual “ley de libertad religiosa de 1980” por una de “libertad de conciencia”, acorde con la realidad secularizada de la actual sociedad española; la eliminación de la multimillonaria financiación de la Iglesia católica y de los privilegios fiscales que mantienen; que la usurpación de bienes públicos que han hecho desde 1946, sean devueltos al ámbito público o a sus verdaderos propietarios y que el Sistema educativo sea universal, único y laico, sacando la religión de la escuela y que el Estado deje de financiar centros dogmáticos de enseñanza.
GESTOS, SI, PERO HECHOS, TAMBIÉN.
Estas reivindicaciones que se plasman en 44 medidas publicadas y difundidas por Europa Laica (laicismo.org), se les están pidiendo a los partidos, colectivos y grupos políticos que concurran a las próximas elecciones generales y a las autonómicas catalanas.
Para ello hemos solicitado reuniones bilaterales formales con todos ello. Hasta ahora hay demasiado silencio por parte de casi todos. Están enfrascados en sus programas, estrategias y fusiones. O quizá, una vez más, no figuren en las agendas políticas por cuestiones electoralitas. O figuren como un simple pegote. Pero tenemos paciencia.
Estaremos muy pendientes de los programas y de los verdaderos compromisos. Por supuesto de la acciones, sin excluir a nadie, tanto de la “vieja, como de la nueva política”
Hablando de gestos
Hoy 25 de julio, fiesta de Galicia y del apóstol Santiago, también patrón de los “católicos españoles” dicen, es una fecha religiosa emblemática en donde “religión y política” se funden en una dimensión ancestral y confesional, que ningunea la Constitución: Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Precisamente los más adictos son los que más “reclaman”, estos días, el cumplimiento estricto de la ley y el cumplimiento de la Constitución, ¡claro! para lo que les interesa. La hipocresía en política es muy habitual.
Sin embargo en medio de esa vetusta parafernalia, hay que agradecer a Martiño Noriega, alcalde de Santiago y a algunos de los ediles compostelanos, los gestos laicos y civiles que está protagonizando estos días en un ambiente tan catolizado.
Esta opinión de El Roto (que es de agradecer), publicada en el diario El País hoy, precisamente 25 de julio, nos sirve para ilustrar las reflexiones anteriores.
Opina: Francisco Delgado. Europa Laica
25.7.2015. Fiesta (sólo) de los católicos.