Los musulmanes «ingleses», han desencadenado una risible yihad contra los anuncios de bikinis de H&M.
En las calles de Londres y Birmingham, los anuncios de bikinis de H&M han sido emborronados con puntura por “radicales”, con el objeto de evitar que las sensuales modelos pudieran ofender el pudor islámico con sus sugerentes turgencias. La protesta, auque más creativa, también ha llegado a la ciudad de Normanton, donde los muslimes locales han decidido pintar un niqab sobre los carteles, dejando al descubierto sólo los ojos de las modelos.
Pero ¿Qué piensan los ciudadanos que residen en los lugares donde se han producido estos hechos? ¿se sienten inquietos por estos actos de gamberrismo? Según el empleado de una agencia de seguros de Normanton, llamado Azer Rehan, los autores de la desperfectos en propiedad ajena “tienen un gran sentido del humor”. Por su parte, Gulfraz Nawaz, activo miembro de la mezquita Jamia de la localidad, afirma que la comunidad mahometana se siente ofendida por la campaña publicitaria de H&M, puesto que exhibe a señoritas vestidas de manera inapropiada.
Un representante de la compañía, se ha limitado a declarar que sus campañas únicamente desean sorprender e “inspirar” a sus clientes, no molestarlos.
En la multicultural Inglaterra, los musulmanes, además de censurar con total libertad la publicidad que consideran anti-islámica, también declaran “zonas libres de gays”, como ocurrió a principios de este año en el distrito londinense de Towers Hamlet. No obstante, para ser víctima de la homofobia no es necesario desplazarse a Towers Hamlet, Afganistan, Irán o Arabia, puesto que en Valencia (España) cualquier “manolo” iletrado de izquierdas, puede agredir e injuriar a una persona por su condición sexual, como ha sido el caso de David de Juan, presidente de Unidad y Diversidad.
