Emoción y saber volvieron a llenar las calles de Córdoba el Martes Santo al paso de la Hermandad Universitaria que un año más volvía a convocar numeroso público durante su recorrido. El Cristo de la Universidad, al igual que la imagen de Nuestra Señora de la Presentación, con la austeridad los hábitos de sus penitentes y el silencio con el que desfilan, guiados tan solo por el son de una campanilla, llamaban a la meditación y el recogimiento de cuantas personas quisieron admirar toda la simbología presente en el paso de su Crucificado, fiel reflejo del hombre de la Sindone sobre un calvario que reproduce la roca que alberga la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, a cuya trágica representación sirve de contrapunto la sencilla belleza de la Virgen de la Presentación todo dentro de un contexto de referencias a la Historia y al Saber.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se reunirá mañana con el nuevo presidente de los obispos, Luis Argüello
Según ha podido saber Vida Nueva, el responsable de las relaciones con la Iglesia recibirá este jueves por…