Anne Beeken tiene un historial impresionante: es homeópata, gemoterapeuta, fitoterapeuta, naturópata, iridóloga, aromaterapeuta cuántica, bioenergéticoterapeuta holística, cromoterapeuta, sofróloga, experta en medicina china y tibetana, en medicina de las cuatro dimensiones, en el uso de las flores de Bach y otros elixires florales, discípula de Deepak Chopra, y muchas cosas más. Pasa consulta en Tolouse, Ginebra, Barcelona y Bruselas; da cursillos sobre las más variadas chifladuras, y ahora la Universidad de Cadiz (UCA) ha decidido que es alguien de quien sus alumnos pueden aprender, así que le ha metido en sus aulas.
Cuando anteayer Pablo J. Medina, estudiante de Ingeniería de Caminos de la Universidad de Granada, me alertó de la presencia de esta curandera belga en la UCA, no podía crérmelo. Y eso que me mandó el anuncio de la conferencia que va a celebrarse mañana, a las 18 horas, en el salón de actos del campus de Jerez, donde Beeken hablará sobre “El autoconocimiento como herramienta para superar la crisis”. Según la publicidad, la charla había sido organizada por “Ricardo Carrero Galofre (Área de Biblioteca y Archivo de la UCA), Consuelo López Fernandez (doctora en Psicología y profesora de la UCA), Mercedes Díaz Rodríguez (doctora en Medicina y profesora de la UCA) y el Servicio de Extensión Universitaria”. Un simple vistazo a la web de Beeken me llevaba, sin embargo, a creer que no podía ser cierto, que una universidad española no puede caer tan bajo. Estaba confundido.
Porque Beeken no dará una, sino dos charlas en la Universidad de Cádiz. Repetirá la de Jerez el lunes nada menos que en el Aula 61 de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de Cádiz, con los mismos organizadores. Transmitirá así su pseudoconocimiento y supersticiones a quienes se forman para velar por la salud de los españoles. Resulta inquietante que, en el siglo XXI, la Universidad se rinda a la brujería, a la irracionalidad, y que sean profesores quienes lo hagan posible. No es la primera vez ni será la última, pero Beeken tiene un currículo tan demencial que me parece un caso especial.
Mañana mismo, por ejemplo, se hablará del reiki como terapia para tratar el cáncer en unas jornadas celebradas en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Como le comentaba hace unos días a mi colega Carlos Otto, principal denunciante de este disparate, el reiki es un timo, y sus principios fueron desmontados en 1996 por una niña de 9 años. La UCLM, que ya acogió en 2009 un seminario espiritista con sesión mediúmnica incluida, también podía invitar a Beeken a esas jornadas sobre el cáncer, porque sostiene en su web que empezó a tratar enfermos de sida en 1986 y asegura haber superado en su juventud un cáncer de hígado mediante “el ayuno, la limpieza del colón, la cura de uvas tomando cloruro de magnesio y descubriendo el primer libro de Joseph Murphy sobre los pensamientos positivos”.
No sé lo que pensará Fernando L. Frías, compañero del Círculo Escéptico y responsable de La Lista de la Vergüenza, pero creo que, con la invitación a Anne Beeken, la UCA ha batido todos los récords de promoción de la estupidez en la Academia española.
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