La diócesis se muestra partidaria de impartir religión islámica «de la misma manera que se dan otras asignaturas»
Las dos sentencias judiciales que obligan a Educación a garantizar que los alumnos musulmanes puedan recibir enseñanza religiosa islámica en La Rioja genera una controvertida aplicación no tanto en los centros públicos, donde el fallo de los tribunales no deja lugar a dudas, como en los centros concertados: todos, católicos. Según la ley que regula la cooperación del Estado con la Comunidad Islámica, el derecho a recibir como materia el Islam dentro de las clases de religión será posible «siempre que no entre en contradicción con el del carácter propio del centro».
Ahí es donde radica el conflicto. En la interpretación de este precepto, que los colegios concertados se muestran dispuestos a cumplir, según sus responsables, aunque sin renunciar a impartir su ideario, de naturaleza católica. De momento, según los datos de la Comisión Islámica de España, hay en La Rioja seis los centros concertados donde algún alumno ha solicitado la posibilidad de recibir estas clases, aunque los centros consultados por este diario aseguran que oficialmente ellos no han tenido ninguna solicitud. De esos seis (Escuelas Pías, Rey Pastor y Sagrado Corazón en Logroño y San Andrés, Santa Teresa y San Agustín en Calahorra), tres entrarían dentro de los ratios para que dichas clases fuesen una realidad: Rey Pastor, Santa Teresa, con catorce solicitudes por centro, y San Andrés donde las solicitudes llegan hasta los 57 alumnos.
A la espera de que la Consejería decida si recurrirá o no la sentencia, desde la diócesis de Calahorra-La Calzada-Logroño se manifiestan a a la espera de un anuncio oficial desde la Administración, aunque un portavoz señaló este jueves a Diario LA RIOJA que «si la ley exige que sea así, tendremos que dar las clases de religión islámica de la misma manera que se dan otras asignaturas, porque además estamos a favor de la libertad de religión». Y añade este responsable del obispado: «Todo esto, siempre y cuando se cuide que las tradiciones católicas de estos centros y sus valores fundamentales no se vean comprometidos».
Un parecer similar al expresado a este periódico por Ramón Iceta, presidente de Escuelas Católicas, entidad que agrupa a los centro de educación católica de La Rioja. «Me da la sensación de que alguien se ha inventado un problema donde no lo había», advierte en primera instancia. Reconoce que ninguno de los centros católicos con los que está en contacto estos días había recibido de forma oficial o extraoficial peticiones de este tipo por parte de su alumnado islámico y añade: «Quien viene a un colegio concertado sabe a lo que viene porque nosotros no escondemos nuestro ideario; yo siempre en la primera reunión de curso dejo muy claro que nosotros educamos en la fe católica y desde la fe católica».
Iceta también recuerda que las potenciales peticiones de los alumnos para recibir como asignatura Islam «es una cosa que tendrá que decidir la Consejería y la Justicia», pero subraya que los centros católicos de La Rioja se muestran «abiertos» a impartir esa materia «siempre que las exigencias sean las mismas que se piden en religión católica en lo que se refiere a número de alumnos y a la preparación del profesorado y que, como es de suponer, no vaya en contra de nuestro ideario». Y pone algún ejemplo: por dar estas clases a estudiantes islámicos no se pierdan en el centro valores fundamentales como celebrar la Navidad o la Semana Santa o dedicar a la oración unos minutos diarios.
La CONCAPA (Confederación Católica Riojana de Padres de Familia y Padres de Alumnos) también va en la misma línea que la diócesis y que Escuelas Católicas . «Obviamente, defendemos la libertad de educación y por tanto el derecho de las familias a recibir enseñanza de religión islámica en los centros escolares, siempre dentro de los parámetros establecidos en la legalidad», explica su presidente, Carlos Torres. A su juicio, «cabe pensar que el ejercicio de estos derechos entra en contradicción con el ideario de los centros católicos», aunque también sostiene que «en cada centro se pueden dar una serie de circunstancias que exijan por parte de la titularidad y del resto de la comunidad educativa un análisis más exhaustivo, ya que son ellos quienes conocen mejor la realidad de sus familias».
Mientras, desde la Consejería se insistía este jueves en que todavía no hay tomada una decisión sobre el posible recurso a la sentencia ni sobre cómo se acometería su aplicación. La pasada semana, Alberto Galiana, consejero de Educación, aseguró en el programa La Lupa de TVR su predisposición a «respetar la ley» pero también advertía: «Hay requisitos que tienen que ser cumplidos». Galiana apostó por «una posible aplicación ordenada y gradual de las medidas», reconociendo el problema que puede existir «en el cumplimiento de mínimos de alumnos y del profesorado».
Lo que dice la Ley
Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España.
Artículo 10: Se garantiza a los alumnos musulmanes, a sus padres y a los órganos escolares de gobierno que lo soliciten el ejercicio del derecho de los primeros a recibir enseñanza religiosa islámica en los centros docentes públicos y privados concertados, siempre que, en cuanto a estos últimos, el ejercicio de aquel derecho no entre en contradicción con el carácter propio del centro, en los niveles de educación infantil, educación primaria y educación secundaria.