Según el consejero de Educación de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha
“La religión va a contar, y mucho, en la educaciónb de nuestros jóvenes”. Así de tajante se mostró este lunes el consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Marcial Marín, durante su participación en la romería de Alarcos.
Marín, que fue cuestionado por los periodistas sobre la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) aprobada el pasado viernes en el Consejo de Ministros, y aseguró que una jornada como la de ayer, de romería, debe servir para “reflexionar sobre lo importante que son los sentimientos religiosos y, en ese sentido, el Gobierno regional va a estar siempre”.
Además de subrayar el apoyo cultural con la rehabilitación o mejora de espacios religiosos -como la iluminación de la ermita de Alarcos- destacó que esa apuesta se va a reflejar también en el ámbito educativo “a través de la nueva LOMCE, que incluye la oferta obligatoria de la religión, a la que se le concede un valor importante. Al final la religión va a contar, y mucho, en la educación de nuestros jóvenes”, argumentó.
Paso atrás
En este sentido, y cuestionado por quienes creen que esta séptima norma educativa en 37 años de democracia supone un paso atrás, el consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha discrepó.
Marín aseguró que “la marcha atrás se habría producido si no se llega a aprobar esta ley, porque se dejaba en la cuneta a dos millones de alumnos. El fracaso o abandono prematuro educativo afecta a casi un 30% de la población estudiantil, por lo que de los ocho millones de alumno que hay en el país se perderían más de 2 millones y en Castilla-La Mancha más de 108.000”.
Dar esperanza
Ante esta situación, dijo Marcial Marín, “no nos podemos quedar de brazos cruzados y aprobar la ley da esperanzas a esos alumnos”, al tiempo que consideró que aprobar la LOMCE “es una apuesta por valores como la cultura del esfuerzo, de la excelencia, de la auttonomía de los centros, los idiomas, las nuevas tecnologías… En definitiva, creo que apostamos por el mayor futuro de nuestro principal capital, que es el capital humano”.
Finalmente, concluyó asegurando que “con esta ley se apuesta por la esperanza de que muchos vuelvan a estudiar y nos ayuden a salir de la crisis y a encontrar mejor futuro para España y para Castilla-La Mancha”.
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