“Infinito” es el nombre de un canal de cable donde pasan programas casi todos de corte new age o cuasi místicos, por ejemplo: “El calendario maya”, “Los niños Índigo”, “Círculos, la búsqueda de la verdad”, “La quinta dimensión”, Astrología” y montones de temas de parasicología, telequinesia, reencarnación, exorcismos y fantasmas.
El eslogan lo dice todo: “Abre tu mente”
Sin embargo y sin ningún afán de masoquismo antropologico, hay uno que me gusta ver los domingos en la mañana, se llama: “Creencias”.
Es un programa de debates con un moderador (Esteban Mirol) y un panel de religiosos compuesto de la siguiente manera: Un sacerdote (católico), un rabino (judío), un monje (hinduista), un pastor (evangélico), un imam (musulmán) y un agnóstico.
Cada domingo tratan un tema diferente como: aborto, sexo, eutanasia, educación, extraterrestres, el origen del hombre, suicidio, y temas de este tipo, para lo cual siempre tienen un invitado extra, especialista en el tema semanal (un científico, un filosofo, un medico, etcétera), para que debata junto a los personajes permanentes.
El tema de este domingo pasado fue: “¿Se debe enseñar religión en las escuelas publicas?»
Y el invitado fue una maestra con más de 40 años al servicio de la educación pública (lamentablemente no apunte el nombre, solo se que se llamaba Martha).
El debate prometía mucho, salvo quizás por la apariencia bonachona y tímida de la maestra; parecía que se la iban a comer viva.
Pero la maestra resulto ser un lobo con piel de cordero, y salvo el agnóstico (porque opinaba igual a ella), a los demás les puso una “pela de perro bailarín” que seguramente cada uno de ellos como minino la envió al infierno de sus respectivas religiones.
Los temas rescatables
Me hubiera gustado grabar el programa, pero a esas horas de la mañana de un domingo, ya es suficiente con que sepa accionar el control remoto.
Además los puntos no fueron muchos ya que le dieron vuelta a unos pocos tópicos, es decir a los que la maestra les permitió que lo hicieran, ella con argumentos y datos estadísticos y ellos con revires del tipo políticamente correcto o de plano dogmáticos.
A la primera pregunta del moderador:
¿Debe enseñarse religión en las escuelas públicas?
La respuesta casi unánime de los religiosos fue más o menos política.
– “La religión debe enseñarse en las escuelas públicas porque es la única forma de enseñar valores morales y éticos”.
Claro el agnóstico no estaba de acuerdo, pero a partir de ahí las respuestas mejor articuladas y mas contundentes estuvieron de parte de la maestra.
Maestra: – ¿Y de donde sacan que los valores éticos y la moralidad son monopolio de las religiones, o díganme donde están los estudios que demuestran que en los ambientes laicos están ausentes las acciones correctas?
Los más reacios a cederle el protagonismo a la maestra fueron el rabino y el sacerdote, y uno de sus revires mas mortíferos fue algo así:
– “No se trata solamente de actuar bien en sociedad, también se trata de trascender, del deseo del ser humano de ser algo mas que carne o animal, de ser parte de un todo y no solamente números y conocimientos físicos de la naturaleza”.
La respuesta simple; o mas bien la pregunta de la maestra:
M: ¿No están confundiendo religiosidad con espiritualidad, para la que no es necesaria forzosamente la creencia en un ser superior y de la que si se preocupa también la escuela publica?
Aquí la respuesta fue una confusión de exclamaciones de cada uno de los religiosos tratando de simular una respuesta brillante y la sonrisa socarrona del agnóstico, como diciendo “usted sígale maestra, aquí no me necesita”.
El rabino:
– “Pero es que no defendemos el que se tenga que dar clases de religión en las escuelas publicas, pero tal parece que el objetivo del laicismo es enseñar en dichas escuelas a odiar toda forma de religión, el laicismo no es, ni debe ser enseñar ateismo en las escuelas».
La maestra y el agnóstico en dueto de “RE mayor”:
– ¿Tiene datos estadísticos o documentados de que algo así se haga en alguna escuela pública (de Argentina)? Porque de ser así, hay que hacerlos públicos inmediatamente porque, que yo sepa eso no sucede en ninguna escuela, al menos no como practica sistemática?
El rabino: “……..gestos……silencio…alzar los hombros….silencio incomodo….
La maestra (que no acepta un silencio como respuesta o es experta en técnicas policiales):
– “Una de las cosas que tratamos de hacer en las escuelas es precisamente enseñar uno de los valores mas necesarios para convivir en sociedad, y que se llama tolerancia, ya sea hacia cualquier religión o incluso a los ateos o a los que no creen en nada, ¿PUEDE LA RELIGION QUE REPRESENTAN DECIR LO MISMO?”
Religiosos (que a esta hora ya eran una masa compacta con un único objetivo, rebatir o callar a la maestra):
– “Precisamente en aras de dicha tolerancia se les debería enseñar a los alumnos que tienen opciones y una de ellas es la religión”.
M: – “Y así se hace, se les enseña tanto la teoría de la evolución como historia comparada de las religiones, ellos pueden escoger creer en lo que quieran”
R: – “Pero no se hace al mismo nivel, ¿porque no se hace como en algunos colegios de Europa o Chile que si alguno de los padres quiere que se le de clase de religión a su hijo, el estado debe contratar un maestro de dicha religión y enseñarle al menos 30 minutos después de clases?
M: “Pero es que no entienden, no es cuestión de cantidad ni educación por democracia, ¿acaso han pensado en la posibilidad de que cada alumno tenga una religión diferente?, ¿cuantos religiosos serian necesarios?, además de que puede haber por ejemplo católicos que no quieran practicar el culto a su religión, o practicantes de varias religiones, o católicos moderados, ortodoxos, Light, existen muchas formas de ser católicos o protestantes, ¿habría un maestro para cada una?”
Aquí el moderador, no se si tratando de salvar a los religiosos o de darles la puntilla, invito a comerciales, no sin antes lanzar una pregunta de forma inocente:
– «¿Por qué si las religiones tienen colegios religiosos, para que necesitan que se enseñe religión el las escuelas publicas?»
Y aquí fue donde no regrese a tiempo del baño para escuchar la respuesta, lo siento pero valoro más mi vejiga que un buen debate.
Pero me recordó una propuesta de un grupo de maestros españoles que en forma por demás sarcástica proponen igualar las circunstancias de la religión tratando de entrar en las escuelas, con la de pedir a los templos católicos algo así como:
– “Debido a la precaria educación de los jóvenes, solicitamos respetuosamente 30 minutos después de misa para dar clases de evolución y método científico y así contribuir a la tolerancia esgrimida por las religiones, al fin y al cabo que tanto la religión como la educación se mantienen de dinero publico”.
Y así fue todo el programa, la verdad no creo que vuelvan a invitar a dicha maestra, pero generalmente el programa vale la pena.
Lo que mas me llamo la atención fue ver como el panel de religiosos que normalmente debaten sus diferencia entre ellos, en esta ocasión hacían causa común contra el enemigo mas maléfico al que se hubieran enfrentado, no era un dios diferente, no eran dogmas o creencias diferentes, no eran los profetas correctos o quien tenia la mejor versión del cielo o del infierno.
El enemigo que logro aglutinar a todas las religiones en una causa común esta vez era el representante del conocimiento por excelencia:
Un maestro; como Aristóteles, Platón o Sócrates; una maestra cuerda, simple, con sentido común, ah, y también laica.
Juan Carlos Bujanda Benítez
PD.
Aclaro que los diálogos y el contenido son mas una mezcla de mi pobre memoria y de mis pretensiones de guionista, que de lo que realmente sucedió, pero haber, díganme quien diablos puede recordar algo que vio a las 9 de la mañana en domingo, sobretodo cuando la noche anterior fue sábado.