Ha sido su recomendación durante la homilía de los miércoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano. Afirmó que, en el mundo actual, se corre el riesgo de confiar sólo en la eficacia.
El papa Benedicto XVI ha dicho este miércoles que en un mundo como el actual, "en el que se corre el riesgo de confiar sólo en la eficacia", los hombres están llamados a descubrir de nuevo y a testimoniar el poder de la plegaria, el poder de Dios.
Ante varias decenas de miles de personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, el Pontífice habló de la experiencia contemplativa y de la fuerza en la plegaria, comentando el capítulo 12 de la carta del apóstol san Pablo a los Corintios.
Benedicto XVI afirmó que el rezo diario con Dios y la frecuencia de los sacramentos permiten abrir la mente del hombre y su corazón al Señor, "ya que la plegaria no es solamente el respiro del alma sino también el oasis de paz en el que podemos extraer el agua que alimenta nuestra vida espiritual y transforma nuestra existencia".
El pontífice agregó que contemplar al Señor es "fascinante porque Él nos atrae y cautiva el corazón, experimentando paz, belleza, amor; pero es a su vez tremendo, Contemplar al Señor evidencia la debilidad humana, las incapacidades, la dificultad de vencer el malporque se evidencia la debilidad humana, las incapacidades, la dificultad de vencer el mal".
El Obispo de Roma señaló que en la oración se dan momentos de especial intensidad, en los que se experimenta vivamente la presencia del Señor, pero que es necesaria la constancia y la fidelidad, "sobre todo en las situaciones de aridez, de dificultad, de sufrimiento".
A este respecto destacó que en el momento en el que el hombre experimenta su propia debilidad se manifiesta la potencia de Dios, "que no nos abandona, no nos deja solos, sino que se convierte en nuestro apoyo y fuerza".
"La fe nos dice que si permanecemos junto a Dios, aunque nuestro mundo exterior se desplome, el interior se renueva día a día", aseguró.
A la audiencia asistieron numerosos fieles de España, México, Puerto Rico, Venezuela y otros países latinoamericanos, a los que exhortó a dedicar más tiempo a la oración, "para que nuestra vida sea transformada y animada por la fuerza concreta del amor de Dios, y así afrontar cada adversidad, convencidos de que todo lo podemos en Aquél que nos conforta".