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La policía de EEUU investiga si el obispo que huyó tras atropellar a un peatón estaba bebido

El Vaticano aceptó su renuncia La diócesis católica de Phoenix (Arizona) tiene un administrador interino mientras se investiga si el obispo Tom O´Brien, cuya dimisión aceptó el Vaticano, estaba bebido cuando arrolló a un hombre con su coche

O’Brien, de 67 años, se encuentra en libertad, acusado de abandono de la escena de un accidente, tras depositar una fianza de 45.000 dólares a la espera de un juicio.

La fiscalía sostiene que O’Brien conducía el sábado el automóvil Buick que atropelló a Jim Reed, un hombre de 1,82 metros de altura que cruzó una transitada avenida de Phoenix en un área prohibida para peatones. El hombre fue arrollado por otro automóvil y murió.

O’Brien dijo a las autoridades que volvía a su casa tras oficiar misa y que recordaba haber golpeado algo con su automóvil, pero creyó que se trataba de un animal o que alguien había arrojado una piedra que dañó el parabrisas de su vehículo.

La fiscalía señaló que el obispo no denunció el incidente a las autoridades, pero sí intentó que le repararan el parabrisas fracturado de su automóvil.

El Vaticano acepta la renuncia

El Vaticano ha anunciado que el papa Juan Pablo II aceptó la renuncia de O’Brien, y la archidiócesis de Santa Fe designó al arzobispo Michael Sheehan como administrador apostólico de la diócesis de Phoenix.

El Vaticano señaló en su anuncio que se había aceptado la dimisión de O’Brien bajo la cláusula de la ley eclesiástica que permite la renuncia de un clérigo por motivos de salud o «por alguna otra razón grave que le incapacite en el cumplimiento de su misión».

Dado que se procesó a O’Brien por abandono del lugar del accidente, y no por la muerte de Reed, si se le declara culpable puede recibir una condena que va desde libertad vigilada a más de tres años de prisión.

El nuevo administrador de la diócesis manifestó en un comunicado que simpatiza con todos los miembros del clero y los católicos en la diócesis de Phoenix. «Ustedes han sufrido mucho en estos últimos meses», dijo Sheehan. «Espero traer confort. Que la gracia de Dios nos ayude en estos tiempos difíciles», agregó.

Encubrió a los sacerdotes acusados de pederastia

La diócesis de Phoenix, al igual que otras muchas en EEUU, ha sido objeto en años recientes de denuncias de abusos sexuales supuestamente cometidos por sacerdotes contra menores de edad.

O’Brien firmó el mes pasado con la fiscalía de Phoenix un acuerdo que le salvó de ser enjuiciado bajo la acusación de que él protegió a los sacerdotes infractores y aprobó sus traslados a otras parroquias o escuelas a pesar de las acusaciones contra ellos.

O’Brien negó que hubiese cometido algún delito, pero aceptó su responsabilidad y pidió perdón por «la mala conducta, el sufrimiento o el daño» causado a las víctimas de sacerdotes en su diócesis.

El fiscal del condado de Maricopa, Rick Romley, quien firmó el acuerdo con O’Brien y tendrá ahora la responsabilidad de procesarlo, ha dicho que el pacto con la diócesis se mantiene en pie a pesar de la renuncia del obispo.

Bajo ese acuerdo, la diócesis establecerá un mecanismo independiente de control de la conducta de los sacerdotes y para el esclarecimiento de las acusaciones sobre abusos sexuales.

El supuesto abandono de la escena de un accidente por parte del obispo ha irritado a muchos, católicos y no católicos, y fuentes de la fiscalía indicaron a la prensa que se investiga la posibilidad de que O’Brien estuviera bajo los efectos de alcohol o drogas.

Paul Pfaffenberger, director en Phoenix de la Red de Víctimas de Abusos por Sacerdotes, dijo que la respuesta de O’Brien, tanto a las acusaciones de abusos sexuales contra sacerdotes como en el caso de abandono del lugar de un accidente, muestran que el obispo no acepta sus responsabilidades.

«Su decisión en cuanto al abuso sexual fue la de desacreditar, negar o escaparse de las víctimas y de proteger a sus sacerdotes», indicó Pfaffenberger. «Desafortunadamente, enfrentado con un accidente de tráfico, una vez más negó a la víctima».

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