Los intereses particulares del profesorado de religión por mantener su actual privilegio laboral, los intereses ideológicos de grupos de madres y padres para mantener una escuela católica y confesional, y los intereses económicos e ideológicos de los centros católicos que quieren mantener su labor evangelizadora y empresarial no dejan de atacar en todos los frentes para mantener sus actuales privilegios. Algo que desde la Consellería de Educación de la Generalitat Valenciana se trata de reducir con medidas como la reducción horaria de religión.
La Mesa por la Educación en Libertad, plataforma que agrupa a las patronales concertadas, sindicatos y representantes de los padres entre otras organizaciones, se mostró ayer muy crítica con la intención de la conselleria de reducir el horario de Religión y Valores Éticos en 1º y 2º de la ESO. El portavoz y presidente de Fcapa Vicente Morro dijo que «la Generalitat y sus dirigentes desprecian los valores que se imparten en estas materias al dejarlas reducidas a su mínima expresión». A partir del curso que viene tendrán una sola hora semanal en lugar de dos.
La modificación se incluye en el nuevo decreto de organización horaria de la Secundaria. Para Morro, «se comprueba que algunos siguen con su hoja de ruta, suprimiendo todo lo que no coincide con sus ideas, incluyendo la libertad de elección». Además dijo que dejar una asignatura con una hora «es prepararla para su extinción e ir contra todos los criterios pedagógicos».
También recordó que esta medida afecta especialmente a los profesores de Religión de la red pública, «que en algunos casos tendrán que dar clase hasta en cinco centros diferentes para poder completar su jornada laboral, por lo que será difícil que se puedan implicar en la vida diaria de alguno de los centros o hacer aportaciones en las reuniones de claustro, ya que posiblemente en ese momento estarán en otros institutos dando clase».
Por otro lado la mesa reclamó que los auxiliares de conversación de inglés lleguen a la concertada además de a la red pública, idea que también ha defendido la patronal Feceval en sus propuestas para la Ley de Plurilingüismo que avanza en Les Corts. En un comunicado defendió que los anunciados recursos que recoge la norma, como más dotación de profesorado o ayudas para extraescolares, no distingan en función de la titularidad.