La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León ha llevado a cabo obras remodelación en la iglesia de Santo Tomé de Cuéllar, en Segovia, y en la iglesia de los Santos Mártires, templo de estilo románico-mudéjar ubicado en la localidad vallisoletana de Íscar.
Según ha informado en un comunicado la Junta, el viceconsejero de Cultura, Raúl Fernández, ha visitado este martes las dos ubicaciones para presentar estas actuaciones.
En primer lugar, ha acudido a la localidad segoviana de Cuéllar y ha visitado junto a la concejala de Cultura del municipio, María Teresa Sánchez, y el delegado diocesano de Patrimonio de Segovia, Alberto Espinosa, las obras acometidas en la iglesia de Santo Tomé.
La inversión ha supuesto una inversión de la Consejería de 150.000 euros, cofinanciada con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Con el objetivo de poner en valor la envolvente del edificio, se han realizado reparaciones en la armadura de la nave principal, la restauración de aleros y renovación de la impermeabilización y la reposición completa de la cubierta y de la armadura del cuerpo que comunica la nave con el camarín, entre otros.
En el interior del templo también se ha llevado a cabo un estudio de la decoración pictórica, que permitirá que en el futuro se puedan restaurar las pinturas y las yeserías que allí se encuentran expuestas.
El viceconsejero también ha estado en Íscar, localidad vallisoletana ubicada a veinte kilómetros de Cuéllar, en la que se ha reunido con el delegado diocesano de patrimonio de Valladolid, Jesús García, y el alcalde de la localidad, Luis María Martín para visitar las intervenciones de la iglesia de los Santos Mártires.
El templo, en su origen de estilo románico-mudéjar y declarado Bien de Interés Cultural en 1931, sufrió varias transformaciones en el siglo XVIII.
Se trata de una iglesia que está elevada sobre un promontorio dentro del tejido urbano de Íscar, delimitado por un muro de contención perimetral de piedra al que se adosaron edificaciones que distorsionaban el espacio entorno al monumento.
Con el tiempo, el Ayuntamiento ha ido adquiriendo esas edificaciones para derribarlas y recuperar el entorno, y la Consejería de Cultura trazó un plan de 2017, cuyo primera fase más urgente emprendió el ayuntamiento junto a la Diócesis de Valladolid.
La siguiente fase es la que corresponde a la Consejería de Cultura, que afecta a la zona oeste de la plaza elevada y ha permitido recuperar el acceso de la fachada por este lado y mejorar la accesibilidad al templo gracias a una inversión de unos 50.000 euros.
Fernández ha señalado que esta intervención es “un ejemplo de concertación institucional a tres bandas” en referencia a las tres instituciones participantes, cuya “acción coordinada” ha servido para “reconocer e impulsar las enormes posibilidades” que ofrece el templo como recurso cultural.
