«Muerte a América», gritó la multitud en Pakistán, donde se quemaron banderas Miles de personas atacaron con piedras una base de las tropas de la OTAN
La marcha atrás del pastor Terry Jones no ha servido de momento para desactivar la ola de protestas que en el mundo musulmán ha provocado su plan de quemar ejemplares del Corán. Ayer cayó la primera víctima mortal de esta crisis, una persona que participaba en una manifestación en Afganistán.
La protesta tuvo lugar frente a una pequeña base de la OTAN, comandada por fuerzas alemanas, en la ciudad de Faizabad, capital de la provincia de Badajshan, en el noreste del país. Unos 10.000 manifestantes, armados con piedras, se enfrentaron a las fuerzas de seguridad afganas que acudieron para proteger la base. Cuatro agentes y dos manifestantes resultaron heridos.
Hubo también protestas en otras ciudades afganas, una vez acabaron las plegarias en las mezquitas con ocasión de la festividad del Eid al-Fitr, que marca el final del Ramadán, «Los musulmanes estamos preparados para sacrificar a nuestros hijos, padres y madres por el islam y el Corán», gritó un imán a los fieles en una mezquita de Kabul.
INSULTO A LA HUMANIDAD / El presidente afgano, Hamid Karzai, dijo que el plan de Jones es «una falta de respeto a los libros sagrados» y «un insulto para toda la humanidad». El jefe de Estado de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, líder político del país musulmán más poblado del mundo, calificó el plan del pastor cristiano integrista de «incomprensible, irracional e inmoral», al tiempo que advirtió de que de llevarse a cabo «puede incitar a la violencia y a represalias que causen muchas víctimas». El términos similares se expresó el jefe del Gobierno de Malasia, Najib Razak,
En la franja de Gaza, el primer ministro del movimiento islamista Hamas, Ismail Haniya, se dirigió a Jones con estas palabras: «En nombre de miles de personas, decimos a este loco furioso que el Corán es nuestra Constitución. La respuesta a este impostor son los 40.000 fieles que se han aprendido de memoria el libro de Dios», señaló.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, recibió, por su lado, una llamada del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, quien emitió un comunicado condenando al pastos cristiano al que calificó de «irresponsable» por «minar la tolerancia religiosa y la paz».
En la línea de su tradicional discurso antiisraelí, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, dijo que el caso de Jones es un «complot sionista» y advirtió que este tipo de acciones «aceleran la caída y la destrucción de los sionistas y de sus protectores que están en camino de desaparecer». El imán de La Meca, en Arabia Saudí, aseguró durante la plegaria de ayer que quemar ejemplares del Corán es «incitar al terrorismo».
También hubo concentraciones de protesta en Pakistán. En la ciudad de Multan, en el centro del país, se quemaron banderas de Estados Unidos mientras los manifestantes gritaban «muerte a América» y «Daremos nuestras vidas y no permitiremos la desacralización del Corán». «Hemos escuchado que se había echado atrás en el proyecto de quemar elCorán», gritó un clérigo a los manifestantes. «Pero no es suficiente. Continuaremos alzando nuestra voz para que esto no vuelva a ocurrir jamás», añadió.
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