La Fiscalía cree que el cierre de «Circus Christi» por la Universidad de Granada no fue censura. La muestra presentaba a Jesucristo como gay y a la Virgen como prostituta
La intolerancia ultra se impone por segunda vez. La Fiscalía no cree que el cierre de la exposición fotográfica Circus Christi por parte de la Universidad de Granada constituya un caso de censura, pese a que se produjo después de que su autor, Fernando Bayona, recibiera amenazas de muerte y en medio de un clima de fuertes presiones.
El decreto de archivo de la Fiscalía de Granada, de 21 de mayo, archiva la denuncia de Los Verdes, que solicitaba la investigación de las amenazas y coacciones al autor y a la Universidad, así como la posible censura ejercida por esta al cerrar la muestra, que ofrece una interpretación irreverente del Nuevo Testamento.
Circus Christi, abierta entre el 11 y el 15 de febrero, presentaba a Jesucristo como gay, a la Virgen como prostituta y a San José como camello (ver fotogalería). Desde su apertura, el autor recibió amenazas de muerte tanto en su teléfono como en su correo electrónico. La Universidad de Granada, por su parte, recibió un aluvión de peticiones y presiones para cerrar la muestra, entre ellas la de HazteOír.org. Cuatro días después, la Universidad cerró la muestra, cuyo fin no estaba previsto hasta el 5 de marzo, y pidió disculpas a los católicos ofendidos.
El archivo de la Fiscalía supone que las amenazas al autor no serán investigadas. Y también que el Ministerio Público considera que no hubo censura. El argumento es que la Universidad “no fue directamente coaccionada”. Para ello se apoya en la contestación dada por la propia Universidad a la Fiscalía, en la que la institución niega haber recibido coacciones y asegura haber ordenado el cierre “de común acuerdo con el autor, que como él mismo manifestó y denunció, sufrió diversas amenazas”. “No se podía garantizar la seguridad física del autor y la integridad de la obra”, señala la Universidad.
Amenazas de muerte
“Yo nunca quise que se cerrara. Pero la Universidad me dijo que la situación era insostenible”, explica Bayona. Bayona admite que no se opuso al cierre, dada la “inquietud” que le habían provocado las amenazas anónimas recibidas durante días. “Lo de Granada ha sido una locura. En ningún otro sitio he tenido problemas con la exposición. Ayer mismo la clausuré en Albacete. Dicen que no hay censura. ¿Pero hasta qué punto no hay censura cuando hay amenazas de muerte?”, pregunta.
El artista denunció las amenazas, aportando los correos electrónicos que las contenían, ante la policía. Ni ha tenido noticia de esta investigación ni ha recibido llamada de la Fiscalía. Mario Ortega, portavoz de Los Verdes, asegura que su partido estudiará recurrir el archivo. “Si no existieron coacciones ni amenazas, ¿por qué la cerraron? Y si existieron, ¿por qué no se investiga? Es un contrasentido”, afirma Ortega.