Según la noticia publicada hoy en el diario Levante, los obispos de la provincia eclesiástica de Valencia, han estado deliberando dos días para concluir que la formación religiosa que se da a los niños y adolescentes en los centros públicos es "reduccionista", y que preocupados por ello, deben darles formación sexual integral a niños de entre 5 y 14 años.

Y uno no puede sino preguntarse por la calidad de esta formación sexual integral y no reduccionista, realizada por quienes no practican una sexualidad integral y abierta, ya que al menos formalmente deben mantener un celibato y una castidad que les obliga a reprimir su sexualidad natural.

¿Pretenderán inculcar en los niños y jóvenes valencianos que la represión sexual es un valor? ¿Qué el placer sexual, elelemtno integrante de la propia sexualidad, no es sano o no es natural? ¿Volverán a plantear la existencia de demonios tras la practica sexual, sea la masturbación o las relaciones sexuales?

Quienes ya tenemos una cierta edad y hemos vivido los años de la escuela nacionalcatólica y el control religioso de la sexualidad, estamos capacitados para alertar sobre los graves problemas que puede originar esta curiosa educación sexual, de quienes por sistema la niegan y sólo la ven como una colaboración con la divinidad para mantener la reproducción humana.

Esto si que es reduccionismo.

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La Iglesia enseñará sexualidad en ­colegios religiosos y parroquias