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La Iglesia reduce a seis mil personas el aforo para la misa del Papa en Santiago

El Arzobispado había anunciado que podrían asistir a la eucaristía 10.000 feligreses

Si los fans de Muse esperaron durante dos días a las puertas del Monte do Gozo para asistir al concierto de su grupo favorito, es previsible que los fieles que quieran asistir en vivo y en directo a la eucaristía que presidirá el Santo Padre en la Praza do Obradoiro tomen precauciones similares. Y es que la céntrica plaza compostelana se abrirá al público a las 07.15 horas de la mañana del día 6 de noviembre, nueve horas y cuarto antes de la misa en la que el Santo Padre se hará cargo de la homilía, y se cerrará tan pronto como se haya completado el aforo, que no será precisamente abundante.
Porque el Arzobispado de Santiago, que presentó ayer el programa oficial y "definitivo" de la visita de Benedicto XVI a Santiago –haciéndose eco del anuncio oficial de la visita por parte del Vaticano–, ha avanzado una decisión de "muy última hora": la reducción del número de asistentes, de diez mil a seis mil personas, debido a que en la plaza se colocarán 6.000 sillas –además de otras mil para autoridades, invitados y religiosos– y "no habrá mucha posibilidad de que la gente esté de pie por falta de espacio". Eso sí, dispondrán de servicios higiénicos, bebidas calientes y frías –pero no alcohólicas–, "algún snack" y contenedores de basura habilitados para el evento.
Así lo indicó monseñor Salvador Domato, coordinador general de la Peregrinación a Santiago de Benedicto XVI, en una rueda de prensa en la que desgranó cómo discurrirán las ocho horas que el Sumo Pontífice pasará en la capital gallega, desde las once y media de la mañana, momento de su llegada al aeropuerto de la ciudad, antes de emprender viaje hacia Barcelona en un avión de Iberia que despegará de Lavacolla a las siete y cuarto de la tarde.
Domato hizo hincapié en que los gallegos pueden acoger al Papa en el recorrido que realizará en papamóvil desde el aeropuerto a la catedral, de unos 11 kilómetros. A esa carretera, la N634A, que estará completamente vallada, podrán llegar los feligreses gracias a los autobuses que fletará el Concello, cuya frecuencia y hora de salida aún están por determinar. Domato recordó que la Iglesia invita a las parroquias de toda Galicia a organizar peregrinaciones a Santiago ese día y a "disponerse" en el trayecto, que entrará en la ciudad siguiendo el Camino Francés, por San Lázaro, y que luego, a la altura de San Caetano, se desviará por la avenida Xoán XXIII para acceder a la catedral por la entrada de la Azabachería, enfrente de San Martiño Pinario. Eso sí, "no está previsto que haga ninguna parada en el recorrido", subrayó Domato.
Bienvenida de los Príncipes
El máximo responsable de la visita papal confirmó que serán los Príncipes de Asturias quienes den la bienvenida al Sumo Pontífice en el aeropuerto. Allí mismo, en la sala de autoridades, mantendrán un encuentro privado con Benedicto XVI, que será recibido también por autoridades civiles y eclesiásticas y pronunciará un discurso. "Previsiblemente" don Felipe también lo hará. Los Príncipes también han confirmado su asistencia a la eucaristía de la Praza do Obradoiro y despedirán al Santo Padre cuando tome el avión a Barcelona, donde será recibido por los Reyes.
A su llegada a la catedral, prevista para las 13.00 horas, el Papa mantiene el recorrido –de una media hora– anunciado en julio por el Arzobispado con un pequeño cambio. Así, como estaba previsto, rezará en la Capela da Comunión, contemplará el Pórtico da Gloria y saldrá a saludar a los congregados en O Obradoiro. Pero luego, en vez de salir por la Porta Santa para saludar a los reunidos en A Quintana y después volver a acceder por ella a la basílica, saldrá por la Porta Real, la misma que da acceso a la tienda de la catedral. Una vez dentro de nuevo, rezará ante la tumba del Apóstol Santiago, abrazará al Santo, dirigirá unas palabras a los asistentes –700 invitados del Arzobispado, niños, enfermos, ancianos y miembros de vida consagrada–, tras una bienvenida de monseñor Julián Barrio. Finalmente, disfrutará, como un peregrino más, del botafumeiro.
El Santo Padre almorzará a las 13.45, con los cardenales españoles, los miembros del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española y el Séquito Papal en el palacio arzobispal y luego, a las 16.30, presidirá una misa en O Obradoiro, que estará concelebrada por más de 90 obispos y cerca de 600 sacerdotes de toda España. Finalizada la eucaristía, en la que pronunciará la homilía y donde se prevé también una intervención del arzobispo de Santiago, se dirigirá al aeropuerto, pero ya en coche cerrado y por autovía.
El Arzobispado habilitará pantallas para quienes no puedan acceder a la plaza en A Quintana, la Alameda, Cervantes, Toural, San Martiño Pinario, La Salle y dentro de la catedral. Los detalles del programa pueden verse en una estrenada web de la Conferencia Episcopal para la visita de Santiago y Barcelona, www.visitadelpapa2010.es.
Preguntado por su opinión sobre la manifestación convocada para ese día contra la visita del Papa, Domato solo afirmó ser "un convencido de la libertad de expresión". También aseguró que no teme por la seguridad del Papa, aunque avanzó que el Ministerio de Interior prohibirá la entrada de mochilas al Obradoiro. "Estamos convencidos de que quien tiene la obligación de garantizar la seguridad del Santo Padre lo va a hacer con mucha eficacia", señaló.

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