Antonio Valero, concejal de festejos del PP en Jumilla (Murcia), se vistió de virgen en procesión. El párroco Joaquín Hernández ha considerado el hecho como «una irreverencia y falta de respecto a la iglesia»
Con la virgen no se bromea. Por mucho que sea carnaval. El concejal de festejos del ayuntamiento de Jumillla (Murcia), Antonio Valero Simón, estará lamentando el momento en el que se le ocurrió la feliz idea de acudir a los festejos que él mismo organizó este domingo disfrazado de una virgen en procesión. La iglesia local se le ha echado encima en bloque y ha pedido su dimisión por considerar que salir disfrazado "de imagen mariana es una irreverencia y falta de respecto a la iglesia", según recoge el periódico La Opinión de Murcia.
Entre las voces que más se han alzado contra Valero están la de el párroco Joaquín Hernández y la de los miembros de la Junta Central de Hermandades de Semana Santa. Su presidente, Eduardo Spiteri, ha asegurado que con el disfraz "lo que ha hecho el edil es herir la sensibilidad de los creyentes y cristianos". Y criticó duramente la elección del edil. "No entiendo que habiendo tantos disfraces para elegir, el concejal de Festejos se decantanse por el de una Virgen en procesión".
Tras el revuelo generado por su disfraz, Valero convocó ayer una rueda de prensa para pedir "disculpas a todas las personas que se hayan sentido ofendidas" y se justificó: "no era esa mi intención". El responsable de Festejos de Jumilla (22.501 habitantes) explicó también que puso a disposición del alcalde su cargo como representante del Ayuntamiento ante la Junta Central de Hermandades de Semana Santa. Su renuncia fue aceptada por el Ayuntamiento, según confirmó ayer Alicia Abellán, primera teniente de alcalde.
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