El portavoz de la Conferencia Episcopal ha asegurado que los obispos catalanes han participado «a gusto» y «en confianza» en la Asamblea Plenaria.
La Asamblea Plenaria ha reunido a los obispos españoles durante la pasada semana y en ella se ha hablado de la situación en Cataluña y se ha escuchado a los obispos catalanes.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, ha pedido este lunes la renuncia a la militancia de los pastores de la Iglesia en la crisis catalana para contribuir a la convivencia pacífica y ha asegurado que los obispos catalanes han participado «a gusto» y «en confianza» en la Asamblea Plenaria.
Así lo ha señalado el secretario general de la CEE en rueda de prensa posterior a la celebración de la Asamblea Plenaria, que ha reunido a los obispos españoles durante la pasada semana y en la que se ha hablado de la situación en Cataluña y se ha escuchado a los obispos catalanes.
Gil Tamayo ha asegurado que los obispos catalanes han participado «a gusto» y «en confianza» en la Asamblea Plenaria, donde han debatido sobre la crisis en Cataluña «sin apasionamientos y con serenidad».
Según el portavoz de la Conferencia Episcopal, los prelados catalanes han manifestado sentirse «a gusto» en la CEE, «que es la suya» y esto se nota -ha dicho- en ese ambiente de confianza con el que los obispos participan de las Asambleas Plenarias y en responsabilidades de primer orden.
«Se ha hablado en la línea de saber comprender y de discernir sobre las situaciones, las personas, las ideas. Se ha hablado sin apasionamientos y con serenidad», ha dicho Gil Tamayo, que ha recordado que el papel de la Iglesia en esta crisis debe ser la de ayudar a la cohesión social, a la convivencia pacífica y el entendimiento entre todos.Clima que los obispos quieren que se mantengan también después de las elecciones del 21 de diciembre.
Por eso, ha recordado que los pastores tienen que estar al servicio de la comunión eclesial y de la convivencia pacífica de los ciudadanos, a partir de la «renuncia a la militancia», que favorece que nadie se considere extraño a la comunidad cristiana