El Obispado de Canarias se limita a rechazar las declaraciones en un comunicado, pero todavía no ha tomado una decisión. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha pedido a la Iglesia una respuesta “más contundente”.
El Obispado de Canarias ha rechazado las declaraciones del párroco Fernando Báez Santana, que culpa a la madre de las niñas de Tenerife de su asesinato, pero por el momento no ha tomado medidas.
A través de un comunicado, la institución ha pedido perdón por el dolor que han podido ocasionar estas declaraciones del sacerdote y ha mostrado su “repulsa ante todo tipo de violencia, de manera especial a la que afectan a niños e inocentes y, en este caso la ‘violencia vicaria’ utilizada como medio para hacer daño a la madre”.
La Fiscalía Provincial de Las Palmas ha abierto diligencias de investigación contra el cura por sus acusaciones difundidas en la radio y en redes sociales. En este sentido, los representantes insulares han manifestado su absoluta repulsa ante estas declaraciones.
Por su parte, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha pedido a la Iglesia una respuesta “más contundente”. Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios a raíz de que el Obispado de Canarias, en nombre del obispo José Mazuelos, y de toda la comunidad diocesana haya querido comunicar su rechazo “tajante” ante las “indignas” manifestaciones que ha expresado el sacerdote.
El presidente del Cabildo ha señalado que la Iglesia, más allá de enunciar estas palabras, tendría que ser “más contundente” ante las reiteradas declaraciones de este párroco. Considera que la Iglesia tendría que aplicar el Derecho Canónico y “no sólo mostrar un rechazo a las declaraciones que ha expresado Báez”.
“Es inaceptable. El Cabildo de Gran Canaria no podía mirar para otro lado ni colocarse de perfil; tenía que asumir la defensa de la ciudadanía”, afirmó el presidente del Cabido.