La Iglesia, los conservadores y la doble moral

Nos encontramos ante un encubierto golpe de estado global donde el único poder que podemos reconocer es el económico, en el que el ciudadano no importa nada. Poder dictatorial, al que no se ha evaluado electoralmente y que utiliza la demagogia, la mentira y la doble moral sin ningún freno.

Asistimos a una crisis global económi­ca profunda y despiadada, sin retorno ni salida, pro­ducto de la hipocresía y de la avaricia, que sumadas a la falta de moral y a la vergonzante inhumanidad de gran parte de los políticos e institu­ciones, está dejando en España un rastro de pobreza y desespe­ración que nadie sabe cómo y cuándo acabarán, de tal manera que cuando se nos imponen recetas desde instituciones elegidas por los ciudadanos, el resultado es el hundimiento en ese túnel profundo, del que se nos dice saldremos algún día, pero no se sabe cuando. En esta situación la economía se parece cada vez más a una nueva religión, con su doble moral y el anuncio de una mejor vida, en otro mundo.

Los que se rasgan las vestidu­ras al ver a un alcalde y diputado autonómico, elegido democráticamente, sustrayen­do, en una acción para llamar la atención, varios carros con comida de un supermercado, y claman jus­ticia, han protestado poco y no han exigido el encarcelamiento de los directivos de cajas y ban­cos, viendo llevarse millones de eu­ros sin control y tras dejar a sus empresas en bancarrota. El Banco de Alimentos en un raro ejemplo de dignidad, ha rechazado la entrega y distribución de estos alimentos, alegando su ilegal origen, mientras que el Banco de Alimentos de Granada no ha denunciado que durante más de DIEZ AÑOS ha estado regalando alimentos a La Residencia Universitaria Femenina Madre Teresa Rodón, gestionada por la congregación de las Franciscanas de Nuestra Señora del Buen Consejo que a su vez la ofrecía a medio centenar de estudiantes que pagan entre 590 y 660 euros mensuales por el alojamiento y la manutención. Tanto el presidente del Banco de Alimentos, Antonio López Barajas, como la directora de la residencia, sor Encarnación, admitieron el lunes (6-08-2012) estos hechos, pero no explicaron por que no habían hecho nada hasta que ha saltado a la opinión pública.

Los que amenazan con quitarles a los parados de larga duración los 400 euros, no han tenido empacho en darle a Bankia y a otras entidades decenas de miles de millones pa­ra que no caiga y pierdan sus inversiones, negándose a procesar a ningún responsable de este asalto a los ciudadanos.

Los que están en contra del aborto, y claman por el derecho a nacer de un hijo con malformaciones graves, son los mismos que piden que no se asista a ningún inmigrante ilegal si no paga lo que no tiene. Son los mismos que sin ningún pudor eliminan las ayudas para familias que sin medios tienen que atender a discapacitados en su casa.

Los que no admi­ten la objeción de los médicos que quieren seguir atendiendo a todos y no acatar las órdenes de Sanidad, son los mismos que apoyan la objeción de los médi­cos que se niegan a practicar abortos legales, o de los farmacéuticos que no sirven preservativos o la píldora del día siguiente, aduciendo que al ser funcionarios están obligados a cumplir las leyes, dando así un rango mayor a las leyes discriminatorias con los emigrantes, frente a las mujeres que deciden abortar libremente en el servicio de salud pública. El señor Monago, presidente de la Junta de Extremadura nos dice “en esta comunidad no cabe la objeción de conciencia”, comunidad donde se aplaude la de los médicos antiabortistas que se niegan a aplicarla en el servicio público de salud exteriorizándolo hacia el sistema privado, donde en muchos casos esos “objetores” no tiene el menor reparo en olvidarse de su objeción.

Los católicos, con la Iglesia al frente, que hablan de misericor­dia y de dar de comer al ham­briento, callan ante las injusti­cias de que unos pocos cobren mucho y otros muchos pasen hambre, mientras el clero sigue recibiendo su "parte" sin ni si­quiera haberle hecho un recorte como a los funcionarios, cuando lo justo y ecuánime es eliminar todas las prebendas que otorga el Concordato pre-constitucional a la Iglesia Católica.

Los que nos mienten a diario, los que no cumplen lo que prometen, los que se olvidan de los menos favorecidos, son los mismos que cada día nos dan lecciones de doble moral.

Es justo reconocer que algunos católicos “no fundamentalistas” y agrupaciones de católicos, como Redes Cristianas, son críticos también con esa doble moral, que forma parte del ideario de los conservadores y la institución Iglesia Católica.

En España exigir democracia hoy es casi subversivo. A los ciudadanos se les está apaleando, deteniendo, multando, animando a denunciar mediante móviles a otros ciudadanos: en definitiva, criminalizando a aquellos que protestan ante la aplicación de políticas como las de austeridad y de recortes, que no han sido aprobadas por un mandato popular, pues no estaban en los programas electorales de ningún partido. Y muchas de ellas son incluso contrarias a la Constitución. Estos recortes están creando una enorme crisis económica además de social, pues disminuyen la demanda y generan la recesión, en camino de transformarse en depresión.

La ideología de la doble moral es parte del aparato ideológico de la Iglesia Católica, que asume con entusiasmo este sistema corrupto y antidemocrático, que si no lo impedimos nos llevará a la ruina absoluta: la ruina económica y de valores.