Hace poco se lanzaba desde Europa Laica y Recuperando un lema: “No son 1.000, son 100.000”. Parecía expresar la iglesia católica, tras la negociación de su Conferencia Episcopal con el Gobierno de España, que ya estaba solucionando el tema de las inmatriculaciones, no eran más que mil casos debidos a algunos errores. Pues no señor, no son 1.000 bienes, sino 100.000 los que han sido hurtados al dominio público “porque yo lo digo”.
Lo importante no es que haya 40.000 nuevos contribuyentes que marcan la casilla de la iglesia, sino que hay 500.000 nuevos contribuyentes que no la marcan.
Pedro Salguero
Ahora acaba de saltar otro número engañoso desde la Conferencia Episcopal, acaba de presentar los datos de pasar el cepillo por la Agencia Tributaria (y territorios fiscalmente transferidos). Entre los varios datos facilitados queda flotando, y reflejado en varios medios de comunicación, uno que destacan: “40.000 nuevos contribuyentes han marcado la X de la Iglesia Católica”, aunque atribuyen la caída del importe de la recaudación, unos 5,5 millones de euros, a la retracción económica general debida a la pandemia. Estoy prácticamente seguro de esta segunda afirmación, menos actividad económica, menos ingresos a declarar, menos impuestos a pagar, menos 0,7 %. Por cierto, gracias gobierno Zapatero por este suculento 7%, en vez de 300 millones tan solo retirarían de los Presupuestos Generales del Estado poco más de 200. Bueno, a lo que iba, que me pierdo, lo importante no es que haya 40.000 nuevos contribuyentes que marcan la casilla de la iglesia, sino que hay 500.000 nuevos contribuyentes que no la marcan.
A falta de datos oficiales que debería facilitar el gobierno, nos podemos fiar, por esta vez y sin que sirva de precedente, de los propios datos de la Conferencia Episcopal. Si hay en 2020 7.337.724 declaraciones que marcan la casilla de la iglesia y representan un 31,57 % eso quiere decir que hubo 23.242.711 declaraciones en total, si ahora añadimos que en 2019 recibieron la “generosa” aportación desde 7.297.646 declaraciones que eran el 32,15 %, ese año hubo 22.698.743 declaraciones en total, aun siendo de letras, se puede comprobar que el incremento de declaraciones entre los dos ejercicios es de 543.967 y si el incremento de los devotos ha sido, en número redondos, de 40.000, el incremento de los que no confían en que la iglesia se financie con dineros públicos ha sido, en números redondos de 500.000.