El presidente de la Diputación Provincial de Cuenca, Benjamín Prieto, ha asistido a la entrega del cuadro de La Crucifixión a la iglesia de La Ventosa, una vez que ha sido restaurado.

Prieto ha destacado la sensibilidad de la institución provincial, a través de su Taller de Restauración, con el patrimonio de los pueblos, así como su disposición a seguir trabajando y recuperando las obras de arte con las que cuenta la provincia, ha informado la Diputación en nota de prensa.

Las restauradoras que han llevado a cabo la recuperación de La Crucifixión, por su parte, han resaltado la gran valía pictórica del mismo y el mal estado en el que se encontraba, señalando la pérdida de clavos y algunas roturas, así como reparaciones inadecuadas con grapas y parches en la trasera que habían producido deformaciones y arrugas que hacían necesaria una restauración urgente para evitar que la pintura se viera aún más afectada.

También ha sido necesario realizar una limpieza de la obra ya que además de la suciedad acumulada de polvo o humo de velas, la capa de barniz se había oxidado y oscurecido, impidiendo apreciar la imagen en su totalidad.

Por lo que se refiere al proceso de restauración se ha centrado en conseguir que el soporte recuperara consistencia y tensión, eliminando las deformaciones y realizando microcosturas en las zonas de roturas.

Posteriormente se realizaron unas bandas perimetrales que permitieron tensar la obra en nuevo bastidor de mejores características que el original. Tras la restauración de la obra, es posible apreciar la calidad de la pintura en la que dentro del momento de la Crucifixión, el artista eligió el preciso instante de la Elevación de la Cruz.

De esta manera, la cruz marca la diagonal de la composición, sobre la que se representa el cuerpo blanquecino de Cristo, resaltando su pureza frente a otros personajes en tonos más ocres como soldados y los ladrones crucificados Dimas y Gestas.