La BBC informa de que las jerarquías eclesiásticas católicas pidieron asesoría a un profesor de ética de la Universidad de Dundee
La Iglesia católica de Escocia supo de al menos 20 casos de abusos sexuales a niños entre 1985 y 1995. Los abusos fueron cometidos por sacerdotes. Aunque en los últimos años se han conocido muchos casos de acoso en instituciones tuteladas por la Iglesia católica en numerosos países, Escocia parecía haberse quedado al margen de ese problema hasta que hace dos semanas se supo que el arzobispo de Edimburgo, el cardenal Keith O’Brien, fue acusado en noviembre de haber abusado en su día de cuatro sacerdotes, de los que uno dejó el sacerdocio cuando O’Brien fue nombrado obispo en 1995. El cardenal se ha visto obligado a jubilarse como consecuencia del escándalo.
Cuando se produjeron los casos a los que se refiere ahora la BBC, la jerarquía escocesa encargó a Alan Draper, profesor de ética de la Universidad de Dundee, que les asesorara sobre cómo debían responder ante el problema. Draper ha declarado a la corporación que al menos ocho obispos estaban al corriente del problema de los abusos y que él recomendó que se encargara una investigación independiente pero que los obispos no estaban de acuerdo.
No querían poner en evidencia a los sacerdotes que estaban llevando una doble vida
“Me preocupaba en especial que no querían poner en evidencia a los sacerdotes que estaban llevando una doble vida. Eran muy reacios a hacerlo y a mí me pareció que eso estaba totalmente fuera de lugar. El problema no es cuál es tú sexualidad, sino cómo la controlas. Había pruebas muy claras de que algunos sacerdotes estaban sexualmente fuera de control, lo mismo si eran homosexuales o heterosexuales. Aquel documento tendría que ser desvelado a un grupo independiente, preferiblemente un juez”, asegura Draper.
Según el académico, la Iglesia al principio “se dispuso a poner en marcha nuevas políticas y procedimientos, pero fueron sustituidas cuando se involucró otra gente con mayores responsabilidades”. Según los documentos a los que ha accedido la BBC, algunos sacerdotes fueron denunciados a la policía y trasladados a otras parroquias, pero otros no.