La acusación pública sostiene que el lider religioso profirió frases ofensivas en sus sermones
La Fiscalía de Barcelona ha presentado en los juzgados de Terrassa (Vallès Occidental) una querella criminal contra el imán Abdeslam Laaroussi por un presunto delito de incitación a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos, en relación con sus sermones en la mezquita de la calle de Pearson. Los día 6 de diciembre del 2011 y 20 de enero del 2012, los Mossos d'Esquadra grabaron los discursos pronunciados por el lider religioso, que contenían expresiones que denigraban a la mujer a su integridad física.
En su querella, el fiscal contra los delitos de odio y discriminación de Barcelona, Miguel Ángel Aguilar, expone que en la fe musulmana el imán no solo es la persona encargada de presidir y dirigir la oración colectiva, sino que los fieles también se dirigen a él para obtener respuesta tanto de cuestiones religiosas como de las cotidianas, pues los dos conceptos están estrechamente vinculados.
Autoridad moral
Por lo tanto, el imán se convierte, incide la acusación, en el guía espiritual de la comunidad y la autoridad moral y conductual de los creyentes musulmanes, hasta tal punto que suele ser el encargado de velar por las buenas costumbres en el barrio donde radica la mezquita. En consecuencia, sostiene el fiscal, esta figura goza de un elevado poder de convicción.
Del contenido de los sermones se desprenden, según la querella, expresiones penalmente relevantes, de las que algunas incitaban directamente a la violencia física y psíquica contra la mujer, y en otras se promovía entre los fieles asistentes la discriminación del sexo femenino, otorgando al hombre una posición de absoluta superioridad y de control sobre la mujer, discordante con el principio de igualdad.
"¡Pegadlas!"
Entre otras frases, el imán pronunció estas: "Dios todopoderoso nos indicó cómo comportarnos con la esposa y cómo solucionar los conflictos conyugales. Estas soluciones están citadas en el Sagrado Corán. (…) Dios dice: "¡Amonestad a aquellas de quienes temáis que se rebelen, dejadlas solas en el lecho, ¡pegadlas! Si os obedecen, no os metáis más con ellas”.
Más ejemplos: "Efectivamente, el hombre le tiene que enseñar a su esposa las obligaciones y los deberes que Dios nos ha dictado. Si no acata estas obligaciones, el paso siguiente es que el hombre deje sola a su esposa en el lecho, solamente en el lecho, negándole las relaciones sexuales, pero no debe dejarla sola y abandonarla en el resto de las habitaciones del hogar".
"Y si, hermanos, con este método no se soluciona el conflicto, pues tienes que acudir a los golpes. ¿Cómo son estos golpes? No son los que provocan las fracturas de los huesos, no son los que hacen correr la sangre, no son los golpes en la cara… No. El Islam te dice: 'No afees, no golpees en la cara, no hagas correr la sangre', Esto es el iIslam. Puede ser que en algunos momentos se limiten a dar golpes con el siwak" [una ramita de arbusto que se usa para limpiar los dientes].