Ayer conocíamos que el Comité de Bioética respalda mayoritariamente la reforma de interrupción del embarazo. El pronunciamiento choca frontalmente con el que este mismo comité ya publicó en 2009, cuando apuntaba que “los datos científicos a nuestra disposición sobre el proceso de desarrollo embrionario deben ser tenidos en cuenta a la hora de justificar las
condiciones para interrumpir un embarazo”.
¿A qué se debe el cambio de opinión? Sencillo, porque los rigurosos criterios científicos han sido excluidos del dictámen y sustituidos en su lugar por la doctrina católica. Es lo que sucede cuando se cesa a los expertos y, en su lugar, se diseña un comité a la medida ideológica del Gobierno. Si k?osTICa acostumbra a abordar normalmente temas de tecnología o ciencia, hoy tocará precisamente, la ausencia de ella.
En 2009 el Comité de Bioética determinó que “poner el límite en la semana doce del desarrollo embrionario (o semana catorce de la edad gestacional) se fundamenta, a juicio del Comité, en que tal momento permite establecer una diferencia cualitativa en la valoración ética y jurídica del feto antes y después de esa fecha”. Hoy, ese criterio ha sido eliminado.
Para entender el sesgo ideológico del actual Comité basta con centrarse en su presidenta, la profesora titular de Economía Aplicada en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCM, Mª Teresa López (en la imagen, en el centro de azul). Esta Doctora en Ciencias Económicas dirige la Cátedra Extraordinaria de Políticas de Familia en la Universidad Complutense-AFA, promovida por la Fundación Acción Familiar, de la que ha sido vicepresidenta.
López, como buena católica confesa, está convencida de la necesidad de que “todos y cada uno de los creyentes asumamos el compromiso de colaborar en la nueva evangelización”. Desde su punto de vista,“los que estamos a pie de calle estamos implicados con lo que Juan Pablo II denominó como ‘la evangelización de la cultura’. Decía que era necesario que la Pastoral asumiera la tarea de imprimir una mentalidad profundamente cristiana en la vida ordinaria, en la familia, en la escuela, la comunicación social, en el mundo del trabajo, de la economía, de la política y del tiempo libre y esto es especialmente importante en estos momentos”.
Dicho y hecho: como presidenta del Comité no ha querido esperar para ponerse a evangelizar. A fin de cuentas, ella misma es una dura crítica de lo que denomina la “ideología de la género”, a la que acusa de considerar la maternidad como “una nueva forma de esclavitud”. Unas ideas que a buen seguro reafirma cada vez que acude a seminarios de la Fundación FAES del corte de La situación del cristianismo en el mundo actual o Religión, libertad y verdad en democracia.
Así se fragua una visión en la que, como ella misma apunta, “nadie puede negar que hombres y mujeres somos idénticos en derechos y obligaciones, pero no lo somos en nuestras realidades biológicas” y así, entre estas diferencias destaca “la maternidad, que es una realidad que nos convierte en desiguales y que hay que proteger”. Una protección que con su voto cristiano en el Comité persigue combatir lo que López denomina la “masculinación del ciclo vital de las mujeres” que ha llevado a la “renuncia -voluntaria u obligada- a tener hijos”.
Cátedra de Políticas de Familia
En un momento en el que vemos cómo la Universidad Autónoma de Madrid puntúa con créditos a quienes asistente a seminarios antiabortistas, uno se pregunta qué impartirá Mª Teresa López en su Cátedra de Políticas de Familia. Y me preocupa especialmente dado que ella es de la opición de que “la maternidad se está desvinculando del matrimonio” y esto es muy negativo, puesto que “genera nuevas dificultades en el equilibrio familia y trabajo además nuevas distorsiones en la estructura social ya que el matrimonio constituye el productor primario del capital social”. Matrimonio, por supuesto, que López únicamente concibe como la unión de hombre y mujer, nada de uniones de personas del mismo sexo.
Curiosamente, el convenio suscrito con la Universidad Complutense estipulaba que Acción Familiar debía aportar a la cátedra 30.000 euros anuales. Sin embargo, la memoria de actividades 2012 de la organización de la que López fue vicepresidenta refleja que únicamente se aportó un tercio la cantidad que debía.. y ello a pesar de que sólo en subvenciones recibe más de 180.000 euros. Colaboran y/o subvencionan directamente hasta tres ministerios distintos (Educación, Empleo y Sanidad), aunque con la Administración Zapatero las subvenciones llegaron a superar los 300.000 euros, según sus memorias.
Archivos de imagen relacionados