Desplazados a Madrid desde todas las autonomías, docentes, padres y alumnos protestan contra una norma que, dicen, no promoverá la «excelencia y la calidad para todos»
La Plataforma Estatal por la Defensa de la Escuela Pública –integrada por asociaciones de padres, sindicatos de profesores y estudiantes– ha salido de nuevo a la calle este sábado para mostrar su oposición a una ley que, dicen, no sólo no fomentará la "excelencia y la calidad para todos" a la que tantas veces se ha referido el titular de Educación, sino que acarreará más desigualdad. En esta ocasión, la movilización se ha articulado en forma de 'Marcha a Madrid' desde todas las comunidades autónomas.
“Miles de personas han venido desde distintos puntos de la geografía española. Nosotros creemos que esta va a ser una generación perdida porque la LOMCE condena a la marginalidad a miles de familias y a sus hijos. Van a hacer imposible que los hijos de una familia perteneciente a las capas sociales más desfavorecidas de este país no tengan derecho a la educación”, explicó Jesús Sánchez, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), organización que ha presentado un recurso contra el Real Decreto de Becas al considerar que estas “tienen que ser un derecho y no un premio”.
La protesta, que llevó por lema No a LOMCE. No a los recortes. No a las contrareformas, recorrió el centro de la capital, desde la Plaza de España hasta la confluencia de Gran Vía con Alcalá, casi enfrente del Ministerio de Educación.
El texto que se aprobó de forma definitiva este jueves –el rodillo de los conservadores frenó en seco las peticiones de retirada del proyecto en comisiones del Congreso y el Senado– contiene las líneas maestras con las que salió del Gobierno, si bien consolida el giro hacia la enseñanza concertada y, entre otros asuntos, apuntala aspectos como la cesión de fondos públicos a colegios que segregan por sexo o las atribuciones de los docentes de la privada subvencionada. Aunque la norma mantiene el plazo de entrada en vigor, que será el curso 2014-2015, finalmente su aplicación se hará en dos años y no en tres tal y como reclamaron al Gobierno algunos consejeros de Educación de autonomías gobernadas por el PP.
Desde Asturias ha venido el maestro de escuela Jorge Fernández, quien ha criticado que el Gobierno “no escuche al pueblo” porque “toda la clase social y los trabajadores están en contra”. No obstante, Fernández ha lamentado la poca presencia de los jóvenes en las manifestaciones contra la Ley LOMCE y ha instado a las generaciones venideras a “tomar la calle”.
En representación del Sindicato de Estudiantes, Ana García, su secretaria general, ha manifestado que la LOMCE “es una ley franquista que pretende devolvernos a las cavernas educativas cuando solo los hijos de los ricos tenían derecho a una educación de calidad”.
Criticada por la comunidad educativa y la oposición por la falta de consenso con la que se ha construido, la llamada ley Wert contempla también adelantar al tercer curso de la ESO la elección de itinerarios hacia la FP o el Bachillerato; pruebas externas al final de cada etapa desde Primaria que serán reválidas al final de ESO y Bachillerato; refuerza el papel de la Religión, que tendrá una alternativa fuerte y contará para hacer media y acceder a becas o da más poder a los directores en detrimentos de las competencias que hasta ahora tenía el Consejo Escolar, entre otros aspectos.
Durante la protesta se escucharon gritos del tipo: “¡Wert dimisión, fuera de la educación!”, “¡Si esto no se arregla, huela general!” y “¡Que no, que no tenemos miedo!”. Los manifestantes, venidos de distintas localidades, portaban grandes banderas de sus respectivas comunidades autónomas con la leyenda “NO a la Lomce”.
“Después de hacer 400 km queremos que la voz de los hombres y mujeres de Euskadi digan no a esta ley que se acaba de aprobar. Van a conseguir que las cuestiones relativas a la educación pasen a un segundo término. Que las cuestiones de democracia y ciudadanía queden poco resultas y que las cuestiones de reparto democrático de la enseñanza queden relegadas a un segundo plano. Quieren imponer una enseñanza cada vez más dogmática y menos libre”, aseveró Pablo García de Vicuña, secretario general de CCOO de enseñanza de Euskadi.
La ley de la “fundación FAES” en lugar de un pacto nacional
Una de las cuestiones que empieza a escucharse en la calle es el denominado “pacto nacional de educación” que ponga de acuerdo a los partidos de distinto signo político y evite que las leyes de educación se rijan por un turnismo bipartidista. “Llegan unos y ponen una ley. Llegan los siguientes y la cambian. No tiene que ser un pacto de Estado, sino un pacto social que ponga de acuerdo a todo el mundo. Mientras sea algo político, nunca llegaremos a nada”, indicó Mari Luz González, del Sindicato Trabajadores de la Enseñanza Castilla y León.
No obstante, el profesor de educación secundaria de Palencia, Carlos Pedrosa, criticó que durante el último Gobierno “se estuvo a punto”, pero “ya sabemos porque no se hizo. El PP tenía su ley escondida para cuando llegara al poder”. El presidente de CEAPA, Jesús Sánchez, añadió que “conocedor de que las encuestas le daban la mayoría absoluta el PP hizo su ley, que no es ni suya. Es la ley de la fundación FAES, la que incluye la ideología de la derecha más rancia de este país”.
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Europa Laica con la pancarta de la campaña "Por una Escuela Pública y Laica. Religión fuera de la Escuela"
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