El presidente de los obispos ataca las extrapolaciones de la encuesta sobre pederastia en el clero, mientras las órdenes religiosas, donde están la mayoría de los casos, piden perdón a las víctimas y valoran el estudio
La severidad del informe del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, sobre la pederastia en el clero ha cogido por sorpresa a la cúpula de la Iglesia española, según indican fuentes eclesiásticas. No se esperaba un golpe de esta envergadura y, sobre todo, no contaba con que incluyera una encuesta a gran escala que ofreciera estimaciones estadísticas del fenómeno, más allá de los casos concretos registrados a través de entrevistas con víctimas. Como sucedió en Francia, donde un estudio de la propia Iglesia calculó 330.000 víctimas en el ámbito religioso, las cifras estimadas en España han sido abrumadoras: un 1,13% de la población adulta actual, porcentaje equivalente a unas 440.000 personas, afirma haber sufrido abusos en la infancia en las instituciones eclesiásticas. La Conferencia Episcopal (CEE) convocó de urgencia una asamblea extraordinaria para este lunes, algo totalmente insólito, y calló durante todo el viernes.