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PEPE RACAJ

La cruz del Aneto · por Pepe Racaj

​Descargo de responsabilidad

Esta publicación expresa la posición de su autor o del medio del que la recolectamos, sin que suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan lo expresado en la misma. Europa Laica expresa sus posiciones a través de sus:

El Observatorio recoge toda la documentación que detecta relacionada con el laicismo, independientemente de la posición o puntos de vista que refleje. Es parte de nuestra labor observar todos los debates y lo que se defiende por las diferentes partes que intervengan en los mismos.

Las montañas forman parte del medio geográfico que durante mucho tiempo ha estado sumido en la ignorancia o acrecentado por un respeto irracional fruto de su aspereza, dificultad e incluso belleza.

Los románticos comenzaron a su conquista y por esa percepción, mezcla de ilusión, esfuerzo y conocimiento fueron ascendiendo por primera vez a la mayoría de ellas, dándoles nombre y ubicando su situación en mapas geográficos.

En algunos casos, independiente de los hitos clásicos de las cimas, se solía colocar algún recuerdo para reseñar la importancia de las mismas.

En España, el nacional catolicismo fruto de la victoria fascista en el golpe de estado del 36 pretendió apoderarse de la grandiosidad de las montañas, acuñando un carácter casi divino que se plasmó en cánticos, ofrendas y finalmente en la colocación de vírgenes, santos y cruces en una parte importantísima de las montañas de España y por supuesto de Aragón.

Las montañas deben permanecer en su aspecto originario y no deben ser motivo de colonización por ninguna acepción social, y mucho menos por ninguna religión, o símbolos de cualquier tipo, excepto los de carácter científico o administrativo.

El episodio reciente del intento de nueva colocación de la cruz del Aneto, con el correspondiente despilfarro económico, tiene que mover a los clubes de montaña y a las organizaciones políticas, sociales, culturales y medioambientales, a implementar normas legales que impidan estás prácticas y que preserven estos monumentos naturales como fueron creados por la naturaleza.

MHUEL está iniciando una investigación para averiguar qué organismo es el competente para autorizar la colocación de un símbolo religioso en una montaña, asumiendo que no se trata de un acto no vinculado a reglamentación alguna.

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