Ciencia y religión en los albores del nuevo milenio
Los laicistas no somos necesariamente ateos, como tampoco somos necesariamente creyentes.
Sí afirmamos la independencia de la esfera pública, sobre todo en el ámbito político y jurídico, con respecto a cualquier sistema de dogmas.
Y a este objetivo apunta la conclusión de este impecable ensayo de Juan Antonio Aguilera Mochón, hecho desde el punto de vista de un compromiso ineludible con el pensamiento científico.
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