Líderes cristianos de la asociación nacional Unánimes por México acusaron al gobernador Rafael Moreno Valle Rosas de cerrarles las puertas de su administración y actuar de manera omisa ante la intolerancia religiosa que han promovido integrantes de la comunidad católica en el estado.
El secretario general operativo de Unánimes por México, Manuel Guzmán Pérez, acusó que la falta de pluralidad de las autoridades estatales está provocando ilícitos y violaciones a los derechos humanos en el estado, que van desde el desplazamiento de familias con motivo de su creencia religiosa, hasta el asesinato de miembros de la comunidad cristiana.
Al anunciar que este fin de semana se realizará en Puebla una cumbre nacional en la que participarán 300 líderes cristianos de todo el país para unificar a esa comunidad ante el proceso electoral en curso, Manuel Guzmán Pérez refirió que la exclusión de la administración estatal inició desde la toma de protesta de Rafael Moreno Valle.
“Nosotros como comunidades cristianas no hemos tenido la apertura del gobernador, desde que llegó al poder (el 1 de febrero de 2011) le hemos solicitado una audiencia para platicar con él y hasta la fecha seguimos esperando. Lo que sentimos es que no hay pluralidad ni tolerancia”, manifestó en conferencia de medios.
Recordó el caso de San Rafael Tlanalapan, junta auxiliar de San Martín Texmelucan, donde católicos tradicionalistas amagaron con “crucificar y linchar” a evangélicos en septiembre pasado, provocando el desplazamiento de familias.
Manuel Guzmán criticó la indolencia del gobierno del estado en el tema, pues intervino en el conflicto de forma tardía y sólo por la presión que ejercieron medios nacionales de comunicación.
Además, aseguró que los arreglos entre ambos grupos religiosos no se lograron por la actuación de las autoridades estatales, quienes toleraron los excesos cometidos por el sacerdote del pueblo Ascensión Benítez González, quien no recibió ningún tipo de sanción pese a que incitó la violencia en el lugar.
A este caso, agregó Manuel Guzmán, se suma el asesinato de un líder de la iglesia cristiana, registrado el año pasado en el pueblo de Obatero, perteneciente al municipio de Tlacotepec de Porfirio Díaz.
El vocal de la asociación Desarrollo y Transformación para la Sociedad, Fidel Santamaría López, relató el incidente:
“El cura quería quitarle un terreno comunal a los hermanos de la zona por una casita de oración que instalaron ahí, el papá de la pastora Florencia Bolinbo Enestrosa se metió en el conflicto para defender el terreno pues no era justo que le dieran ese trato.
“Pocas semanas después apareció muerto en la montaña con varios balazos en la cabeza y se cree que fue por esa disputa, porque él no tenía enemigos. Ahora Florencia Bolinbo radica en la capital por el temor de que continúe la represión”.
Ya lo perdonamos
Manuel Guzmán afirmó que existe un trato desigual de parte del gobierno del estado hacia la comunidad católica y los grupos cristianos, y como ejemplo recordó el viaje que Moreno Valle realizó a Europa a finales del año pasado, para entregar un obsequio al Papa Benedicto XVI.
“El señor gobernador va al Vaticano, lleva un nacimiento de talavera. ¿Cuánto costaría ese viaje y el regalo que entregó?, ¿pero no puede tener una reunión con nosotros para que los cristianos oremos por él?”, cuestionó.
El líder religioso alertó que si no existe un cambio en la política de atención a las diversas congregaciones por parte de la administración estatal, las prácticas de intolerancia continuarán a la alza en Puebla.
Aun así, aseveró que las comunidades cristianas han perdonado al mandatario local, aunque siguen pidiéndole “a dios para que (Moreno Valle) reflexione, recapacite y se dé cuenta que gobierna para todos”, no sólo para un credo.
“Nosotros no le pedimos nada al gobierno, no le pedimos nada económico ni prebendas, lo que queremos es libertad para predicar, lo que queremos es tolerancia, que no se nos ataque en los pueblos ni se hiera a nuestros evangelistas ni se les meta a la cárcel”, enfatizó.
