La Asociación Musulmana de Melilla advirtió ayer del “peligro” de la “confrontación” del colectivo local que profesa el Islam, y especialmente en el seno de la Comisión Islámica (CIM), después de ver como la federación religiosa ha buscado el apoyo de Riay Tatary, presidente de la Unión de Comisiones Islámicas de España (Ucide), de cara al proceso de democratización que se encuentra en marcha en el propia CIM. Y es que, según aseguró, los musulmanes melillenses pueden verse afectados por una “maniobra política de calado internacional”.
Según explicó el secretario general de la Asociación Musulmana, Abderraham Benyhayha, el líder de la Ucide es a su vez “representante político” de una organización conocida como “Vanguardia Islámica de Siria” -con sede en la ciudad alemana de Aquisgrán- y “rinde pleitesía” a su líder Issam el Attar. Y por lo tanto, la visita que hizo el pasado fin de semana, más que un apoyo al proceso de democratización de la CIM sería verdaderamente “un pacto escondido bajo una maniobra religiosa” para presentar a la federación religiosa, y por ende a la comunidad musulmana de la ciudad -al igual que la de Ceuta- como “organizaciones satélites”.
Hipocresía
De hecho, en la Asociación Musulmana no se entiende muy bien que Tatary diga en su visita que está satisfecho de que la CIM esté inmersa en un proceso democratización, mientras en cambio en la Ucide -en la que están presentes la Comunidad Musulmana de Melilla y el Consejo Religioso- no se llevan a la práctica elecciones para elegir a su máximo responsable. Tampoco se entiende que Tatary vea con buenos ojos esta unificación en la representatividad de la CIM, cuando, según aseguró, que es el máximo responsable de promover la puesta en marcha de nuevas entidades religiosas. “Esto es hipocresía pura y dura”, manifestó Benyhayha.
Otra actitud hipócrita sería, a su juicio, la satisfacción mostrada por ante el establecimiento del Aid El Kebir o Pascua del Sacrificio como fiesta local a partir de 2010, cuando sin embargo el propio Tatary “ha dado plantón” a miembros del Gobierno local que querían escuchar su opinión y consejo sobre la puesta en marcha de esta medida. Es más, Benyhayha asegura que desde las asociaciones locales que pertenecen a la Ucide se ha intentado boicotear esta medida.
Respeto a los imames
Dada esta situación, el máximo responsable de la Asociación Musulmana reclamó, en primer lugar, que no impliquen al colectivo en particular, ni a los melillenses en general, en ninguna operación política de tipo internacional. “Es una maniobra peligrosa que sabemos como empieza pero no como acaba”.
Para Benyhayha, aquellos que profesan el Islam en la ciudad, conforman una comunidad que tienen una religiosidad muy bien definida, así como su pertenencia a un estado de derecho como es España, y nada debe alterar estas características.
En este sentido, también exigió que se respete a los imames locales y no los lleven a ningún acto de carácter político. Según Benyahya, los imames “son hombres honorables” que deben actuar en tanto personas que se dedican al hecho religioso y más cuando se suben al púlpito, que lo hacen como representantes del Profeta; por lo tanto, deben actuar siempre como tal y “desde la neutralidad y desde el reconocimiento de la pluralidad de los fieles y de las distintas sensibilidades de la comunidad”. “Un imán es un imán de todos los musulmanes sin distinción alguna, no es un imán de ninguna corriente religiosa y menos aún política”, subrayó.
En este sentido considera que sería muy peligroso que si algunos miembros de la comunidad musulmana llegaran a identificar a estas personas con un dirigente político.
Planes de Empleo
En otros orden de cosas, el líder de la Asociación Musulmana instó a la Delegación de Gobierno, a que confirmase o desmintiese informaciones que había llegado a la entidad, asegurando que había personal de los Planes de Empleo trabajando para ayudar al proceso de democratización de la CIM.